Con los portonazos, encerronas y delito violentos que se han registrado en el país es lógico ver esta desconfianza de la ciudadanía en el sistema penal. Sin embargo, ¿los números avalan esta sensación?
En esta ocasión, en el contexto de la cuenta pública penal, el Defensor Nacional, Carlos Mora comentó sobre los avances que habían tenido como Defensoría y la manera en que funcionaron pese a los obstáculos de estos últimos años en pandemia.
«Este trabajo solo fue posible gracias al esfuerzo y compromiso de todos los funcionarios, situándonos como un pilar esencial del sistema de justicia y un organismo público que ha logrado consolidarse como uno de los mejores servicios de nuestro país».
Mora también habló sobre la importancia de un refuerzo a las medidas de reinserción social en el país. Lo anterior es en relación al mayor uso de la medida cautelar de prisión preventiva lo que lleva al colapso de cárceles y la necesidad de poseer buen sistema para el retorno de los reclusos a la sociedad.
Miradas desde primera persona
Álvaro Serrano, fiscal jefe de Ñuble, habló con Cooler para desglosar las cifras y el porqué se habla tanto de sensación de inseguridad entre los ciudadanos y ciudadanas.
«La sensación de inseguridad es un ítem que es real. Partamos de esa base […] Efectivamente no han aumentado -en gran cantidad- los delitos. Sí han aumentado los que son más violentos como por ejemplo: el portanazo, el abordaje… Son delitos que vemos en la televisión porque ahora hay mucha más comunicación», comentó.
Por ese mismo lado, el fiscal explica que los delitos violentos han aumentado en los últimos años porque en los años previos, la gente estaba en sus casas debido al covid-19. No existía mucha vida en las calles y ahora que todo el mundo está retornando a la rutina, los delitos volvieron a las calles.
De la misma forma, Serrano agrega que culpar a los migrantes por todo, sería una gran equivocación.
Con los datos obtenidos desde una encuesta realizada por la Cámara de Comercio de Santiago, se puede observar que, hasta finales del año pasado, el porcentaje de inseguridad percibido por los chilenos llega hasta el 71% siendo ese dato aún mayor en personas de la tercer edad.