Por Antalia Cheul A.
Según reportó la prensa italiana, durante la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) del lunes 27 de mayo, un encuentro a puertas cerradas con aproximadamente 200 obispos italianos, el papa Francisco negó la posibilidad de que ingresaran candidatos homosexuales a los seminarios, debido a que “ya hay mucha mariconería (frociaggine)”, en esos espacios.
Fotografía del papa Francisco. (Extraída de CNN España)
Sus palabras fueron emitidas durante una reunión privada en la asamblea de la CEI y en la instancia se consultó si se podían admitir candidatos homosexuales en los seminarios, un tema que suele preocupar a la Conferencia Episcopal Italiana.
Ante ello, el Pontífice comentó la necesidad de aceptar a todas las personas, pero luego reiteró de manera categórica que no estaba de acuerdo con la medida. Según relataron fuentes cercanas al diario italiano Corriere della Sera, Francisco utilizó la expresión sin ser consciente de lo ofensiva que podría llegar a ser, teniendo en cuenta que su lengua materna es el castellano.
Jaime Ortega, laico de la Iglesia Católica, afirmó que “Francisco es el predecesor de San Pedro, el apóstol del obispo de Roma en otras palabras, y también cometió errores como él. Recordemos que San Pedro negó a Jesucristo tres veces; le pidió perdón y el Señor lo perdonó. De eso se trata, la Iglesia Católica no es de santos; es de pecadores. Uno está en la constante búsqueda de ser mejor persona y el Papa no escapa de esa realidad”.
Por su parte, durante la junta, el papa Francisco reiteró la posición de la Iglesia como una instrucción del Dicasterio del Clero, que, en 2005, con Benedicto XVI, y confirmada en 2016 por el actual Pontífice, según la cual, “la Iglesia, respetando profundamente a las personas en cuestión, no puede admitir en el seminario y en las Sagradas Órdenes a quienes practican la homosexualidad, tienen tendencias homosexuales profundamente arraigadas o apoyan la llamada cultura gay”.
Seguidores de la Iglesia Católica aseguraron a Cooler UAI que con la llegada del papa Francisco, la institución se ha abierto más a la sociedad actual, pero que en términos generales mantiene sus dogmas. “Puede que él no apruebe el matrimonio igualitario, pero no está cerrado a las bendiciones de cada uno de ellos, lo que en la antigüedad estaba 100% prohibido”, aseguró Joaquín García, egresado de la carrera de derecho en la Universidad Adolfo Ibáñez y seguidor de la religión.
Marcha por el orgullo – comunidad LGBTQIA+. (Fotografía extraída de Marca Chile)
“¿Quién soy yo para juzgar a un gay?”, dijo en 2013 el papa Francisco durante su primera rueda de prensa, en el avión de regreso de Brasil, en el contexto de un supuesto sacerdote homosexual. No obstante, esta última frase despectiva sobre la comunidad LGTBIQ+ podría plantear la verdadera opinión de la Iglesia frente a ellos, quien a pesar de haber pedido disculpas públicas el martes, manchó su reputación.
De hecho, cinco años después de las primeras declaraciones, durante una rueda de prensa de su viaje a Irlanda en agosto de 2018, recomendó “recurrir a la psiquiatría cuando los padres constaten una tendencia homosexual en sus hijos de la infancia. Les diría, en primer lugar, que recen, que no condenen, que dialoguen, entiendan, que den espacio al hijo o hija”, y agregó que “cuando eso (la homosexualidad) se manifiesta desde la infancia, hay muchas cosas por hacer por medio de la psiquiatría”.
“¡En la Iglesia hay lugar para todos, para todos! Nadie es inútil, nadie sobra, hay sitio para todos. Tal como todos nosotros”, se leyó en la nota que El Vaticano emitió tras la polémica, la cual añadía que el papa no tuvo la intención de ofender, por lo que pidió disculpas a quienes se sintieron ofendidos por el uso del término.
El Papa Francisco asistiendo a la audiencia general semanal. (Fotografía de La Tercera)
Durante la jornada, los obispos italianos plantearon la posibilidad de admitir en los seminarios a candidatos homosexuales y en qué medida. Ante ello, el papa mencionó la necesidad de acoger a todos, pero se mostró muy rígido al respecto, reiterando su negativa a aceptarlos.
Loreto Rivera, psicóloga clínica, dedujo que, desde el punto de vista psicológico, sin haber examinado al papa, podría existir «un deterioro de sus capacidades cognitivas debido a la edad. Hay un fenómeno llamado frontalización, donde los pacientes dicen cosas inadecuadas al contexto y se relaciona con algunas señales de demencia”.
“Lo más importante aquí viene a ser el celibato, entonces más que la orientación sexual, tiene que ver con lo que se espera de una persona que busca la vida consagrada. En los seminarios como se vive solo entre hombres, lo más probable es que si entra un seminarista homosexual no respete esos votos, a diferencia de un heterosexual que ya no tiene contacto con mujeres dentro del lugar”, mencionó Joaquín García.
Por otro lado, el papa Francisco durante muchos miércoles tras la audiencia general saluda a mujeres transexuales llegadas de una parroquia de Torvainica, en la costa romana, y aceptó recibir en su residencia al transexual español, Diego Neria. No obstante, en el último documento de la Doctrina de la Fe, titulado «Dignitas Infinitas» , la Iglesia tachó de “violación de la dignidad humana” cualquier intervención física que suponga el cambio de género.
La misma incoherencia se presenció durante una entrevista a la agencia AP donde el Papa declaró que ser homosexual “no es un delito”, pero posteriormente aclaró que se comete “pecado”, porque todo acto sexual fuera del matrimonio lo es, según la enseñanza moral católica. Pero luego, en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Portugal durante 2023, donde aseguró que la institución “está abierta a todos, también a los homosexuales”.