Contra la motosierra de Milei: estudiantes en Argentina se manifiestan por presupuestos de la educación superior

Más de 100.000 estudiantes se reunieron en multitudinaria marcha a favor de la educación superior gratuita

«Presupuesto a la educación ¡Ya!», decía uno de los miles de carteles alzados en una de las marchas estudiantiles más masivas que ha vivido Buenos Aires en los últimos 20 años. La convocatoria ocurrió en rechazo a uno de los presupuestos más bajos que ha vivido la educación superior en el país. Se trata del famoso “plan motosierra”, que propuso el presidente libertario Javier Milei para reducir la participación del Estado en actividades públicas de todos los sectores.

Argentina es hogar de 65 centros universitarios de gestión estatal, a los que asisten el 80% de los estudiantes universitarios del país. “La educación pública es muy importante. Les da la posibilidad a todos de tener un título y de hacer lo que les apasiona, dijo. Juan Cruz Suárez  (22 años), estudiante de Farmacia y Bio Química en la Universidad de Buenos Aires, que tiene más de 300.000 alumnos y es considerada una de las mejores en América Latina.

El universitario explica que incluso antes del recorte presupuestario, la situación era precaria. “La facultad nunca tuvo tanto presupuesto, cosa que no me agrada para nada. Siempre faltó material de laboratorio, siempre faltaron reactivos y la plata de las becas nunca alcanzó para mucho”. 

La falta de recursos en las universidades públicas del país es un problema que hace años afecta el día a día de estudiantes y profesores. En la actualidad, las universidades públicas operan con el mismo presupuesto de 2023 prorrogado, ya que aún no se ha aprobado uno para 2024. En un contexto de alta inflación, esto no solo implica un estancamiento en términos nominales, sino que un recorte real. El presupuesto total representa un 71% menos que el de 2023, el nivel más bajo desde que se tiene registro.

 

El recorte presupuestario implicó que muchas facultades tuvieran que abaratar costos, lo que afectó en el pago a profesores, las actividades de investigación y la atención sanitaria, pues la UBA gestiona cinco hospitales públicos. “En el caso de mi facultad se pasó un protocolo de emergencia que limitaba el uso de la luz y el gas principalmente, cosa que se vio, porque muchos días la facultad estaba a oscuras, menos en las aulas donde había clases”, expresó Valentina Rilo (22), estudiante de Psicología en la UBA. Para ella, estudiar en esa universidad siempre fue su primera opción. 

“Elegí mi universidad porque considero que es la mejor en el país para la carrera que quería seguir. Además, sabía que al ser una universidad pública me iba a permitir salir de una burbuja social”, expresa Valentina, que marchó ayer junto a sus compañeros.

Una marcha multitudinaria 

Bajo el lema “En defensa de la educación pública” marcharon estudiantes, docentes y dirigentes sindicales y políticos que se reunieron en el Congreso y otras ciudades del país. Según datos de la policía, hasta las 17 horas, habían cerca de 100.000 personas congregadas en Buenos Aires, que caminaron en dirección a la Plaza de Mayo.

“Yo llegué alrededor de las 16:30”, relata Valentina. “Estaba lleno de gente, marchando en grupo o por su cuenta. Durante toda la marcha se mantuvo la calma, en ningún momento se sintió que podía armarse algún problema o pelea”.

La marcha fue encabezada por directivos universitarios, entre ellos Ricardo Gelpi, rector de la Universidad de Buenos Aires. “Vamos a tener que dejar de funcionar”, advirtió días atrás a una emisora local. Junto a Gelpi caminaron Emiliano Yacobitti, vicerrector, Piera Fernández de Piccoli, presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA), y Lucille Levy, presidenta de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA). 

Emiliano Yacobitti, vicerrector de la UBA, en la cabecera de la Marcha Universitaria. (Foto Federico Lopez Claro Facultad Medicina).

“Lagrimas de zurdos” 

En medio del furor por la movilización, el presidente Javier Milei acudió a su cuenta de X para expresarse sobre las marchas. “Día glorioso para el principio de revelación. Quien quiera oír (ver) que oiga (vea)… Viva la libertad carajo”, escribió junto con la imagen de un león que toma de una taza que lee: “lágrimas de zurdos”. El presidente ha sido muy vocal en su opinión respecto a la educación pública, especialmente respecto a un supuesto “adoctrinamiento” y “falta de transparencia” en el uso de los fondos.

Sin embargo, tras la masiva marcha, el gobierno de Milei aclaró que no tiene previsto «cerrar universidades». Durante una conferencia de prensa este miércoles, el vocero de gobierno Manuel Adorni, dijo:: «Por favor, dejemos de debatir el cierre de las universidades públicas porque es una cuestión de mucha maldad de quienes lo plantean. Además juegan con el sueño de la gente y no queremos que eso pase».

“La universidad pública es lo que le da la oportunidad a todos de educarse, es la herramienta principal que tiene el país para que haya desarrollo y oportunidades. En mi opinión es algo que genera una base para la igualdad de oportunidades en el futuro y que no se puede perder de ninguna manera”, finaliza Valentina.