En la sociedad del espectáculo los nombres rimbombantes llenan los titulares, las portadas y las redes sociales. Son el alimento del clickbait y del rating. Grandes nombres, que muchas veces hacen sombra a su verdadero valor: las historias.
Nosotras y nosotros pensamos distinto. Creemos que las personas son más que solo un nombre. Aquí nos gustan las buenas historias. Somos quienes caminamos por las calles en el anonimato cargando a nuestras espaldas las experiencias y los relatos que nunca están bajo las luces y focos. Somos los Juanes, las Claudias, los Benjamines y las Catalinas.
Jóvenes que sufren por amor, que tienen hobbies extraños, que llevan la música a todos lados. Hombres y mujeres que ríen, luchan y viven.
Aquí estamos las y los sin nombre. Llevamos rostros color interrogante, pero nuestras voces resuenan fuerte.
Porque las y los dones nadie también tienen una historia que contar.