Escrito por Paula Morales
OnlyFans es una plataforma web que abrió en 2016, y que permite vender contenido de cualquier tipo, pero se ha especializado en la venta de desnudos. Sin embargo, desde que comenzó la pandemia la página superó los 100 millones de usuarios, permitiendo que muchas personas hagan de su imagen un negocio y puedan vivir a través de suscripciones mensuales. Cooler conversó con dos jóvenes que detallaron las claves de la web y la experiencia en primera persona.
Shitaa (22) es una cantante de la escena musical en Chile, pero ha estado inactiva desde 2018. Sus seguidores poco han sabido de su paradero, dado que cerraba sus redes sociales durante largos meses, hasta que retomó con todo a fines de 2019. Ya al llegar la pandemia, su feed no solo incluiría fotos con el resto de los artistas urbanos, sino que estaría promocionando contenido exclusivo en OnlyFans.
«Empecé desde que inició la pandemia y no encontraba forma de crear ingresos», comentó sin revelar cuántas son sus ganancias mensuales, pero explica que «depende del compromiso q tengas con tus clientes y la publicidad que tengas».
En su experiencia en la venta de contenidos, detalló que para realizarlo hay que estar 100% seguro/as, porque lo que se suba siempre dará de qué hablar. En la entrevista tocó dos puntos importantes, ya que afirmó que «me parece genial que se pueda realizar este tipo de trabajo sin que nadie nos toque o exponernos físicamente».
En base a su postura, Cooler le preguntó si ha tenido una mala experiencia o se ha filtrado su contenido, a lo que ella aseguró que «es parte de ese mundo… pero asumí que es publicidad gratis y no es perjudicial para mi contenido».
Por el momento, Shitaa se siente «cómoda, aunque no lo considero trabajo, sino ingreso extra, pero hay que dedicarle tiempo como en cualquier otro emprendimiento», afirmó.
¿Influencers o generadores de contenido?
«Sígueme en OnlyFans para fotos y videos sin censura» es una frase que solemos leer en redes sociales, en especial es Instagram. Pero en términos de marketing, puede significar mucho más que una simple foto sugerente y una suscripción mensual, ya que es un vínculo directo entre los creadores de contenido y los consumidores virtuales.
«Estas personas están trabajando bajo el concepto que se llama marca personal. Ellos construyen en base a su persona, y esa marca personal los lleva a que otros quieran estar en contacto con ellos. Es un trabajo, no es así porque sí», explica Miguel Huerta, Profesor del Magíster de Diplomados de Redes Sociales en la Universidad Católica.
A diferencia de los influencers, que se especializan en tener relevancia en un tema particular y son utilizados por otras marcas a través de publicidad, más conocida como engagement, la venta de contenido explícito y exclusivo crean una cuenta y venden sus productos a través de una plataforma que se queda con un 20% de lo facturado. Desde el portal para adultos, explicaron en una entrevista para el medio digital Tecno, que «es la plataforma social que revoluciona las conexiones de creadores y fans, ya que permite monetizar su contenido mientras desarrollan relaciones auténticas con su base de fans».
«Tinder sólo para hombres»: mi público de OnlyFans.
«Yo como soy profe me tapo la cara y todo, para que no se me vea la cara y guardar mi identidad», aseguró Young.Deku, quién pidió reservar su identidad y que nos refiriéramos a él por su nombre de usuario en la plataforma para adultos.
Para difundir su contenido, «ocupo los mejores amigos de Instagram, Twitter y Tinder sólo para hombres, porque ese es mi público. Nunca he tenido una mujer en Onlyfans», comenta el entrevistado que declara abiertamente ser heterosexual.
Sin embargo, ha pasado momentos incómodos. «Derrepente, en Instagram, que me sigue gente de Tinder que consume este contenido, siempre me decían «oye, culiemos por un encuentro, te quiero chupar esto, etc», y yo decía que era sólo plataforma de OnlyFans. Pero ellos siempre me decían cosas subidas de tono incluso en mis historias normales», cuenta a través del teléfono.
«Una vez subieron un contenido de mi OnlyFans a Twitter, pero haciéndome como publicidad. Era como un Twitter que subía puro OnlyFans chilenos, y subió un video mío presentándome con mi nombre, que era primo de este guevón que también está en la plataforma, y subió un video mío que era pagado», recordó.
Frente a la situación que le tocó experimentar, Cooler le preguntó si él cree que debería haber una mejor regulación de la plataforma, en términos de pago y privacidad, a lo que contestó que cree «que no se puede hacer mucho, porque cómo es el internet, alguien puede grabar la pantalla, ver tus videos y subirlos… OnlyFans tiene un sello de agua en todos los videos, cada vez que los subes, donde sale tu nombre, pero es inevitable. Por eso mismo yo preferí no mostrar mi cara, porque quedo muy expuesto a que pasen esas cosas».
Aló SII, alguien debe impuestos…
Desde el año 2019, el Servicio de Impuestos Internos (SII) está estudiando cómo funciona el negocio de la «economía digital», con el objetivo de que estas personas incorporen en su declaración de renta los ingresos que obtienen en sus redes sociales.
Según el organismo, se considera a influencers a aquellas personas naturales que tienen gran cantidad de seguidores en redes sociales y utilizan sus cuentas personales para realizar campañas publicitarias.
Gonzalo Huaca, Conferencista de Marketing Digital y Social Media Marketing, comentó a Cooler que «de alguna forma todo lo digital es muy avasallador. Hemos visto ejemplos como con Uber, cuando llegó sin ningún tipo de regulación. Por otro lado, Facebook, cuando salió la ley de que todos los sitios tienen que pagar IVA, la red social estaba exenta de pagarlo. De alguna forma, las plataformas digitales y este tipo de negocios se instalan y tienen un crecimiento exponencial».
«Yo creo que debería haber algún tipo de regulación, porque después se producen muchos otros problemas (…) y el contenido como es un material digital, puede salirse de control. Entonces, las políticas, los marcos regulatorios, ayudan a evitar cualquier tipo de situación donde se pueda ver afectado o afectada la persona que genera ese contenido», explicó el experto.
Rentabilidad: ¿Negocio o ingreso extra?
El ente tributario (SII) midió las utilidades estimadas en relación al modelo de negocio al que pertenecen los generadores de contenido de cualquier tipo, definiendo dos modalidades. Uno para detectar los riesgos específicos, tales como la informalidad en la realización de ciertos negocios, y la no declaración de ciertos ingresos.
Frente a ello, determinaron algo similar a lo que plantea Miguel Huerta, Profesor del Magister de Diplomados de Redes Sociales en la Universidad Católica: la correlación con los views, likes y suscriptores tanto en redes sociales como en las plataformas para adultos.
Entonces, la venta de contenido erotizado, explícito y exclusivo, ¿podría considerarse como un trabajo o negocio?
Según Gonzalo Huanca, «si hay una transacción, es porque estamos hablando de hacer un negocio. De alguna forma lo digital es algo que puede abarcar mucho, muchas personas y el contenido se puede viralizar rápidamente».
Pero hay una diferencia fundamental con lo que en economía se entiende como oferta y demanda, dado que «las personas que generan ese contenido en particular, no tienen stock de venta, porque no es un producto físico. El producto físico tiene un límite de venta, y una vez que se acaba el stock, no hay más ventas. En cambio, el contenido digitalizado, la persona puede vender mil veces el contenido, e incluso las personas que compran, también podrían revenderlo», detalló el profesional.
Son muchos los problemas que se producen por no estar en un marco regulatorio, que no sólo vele por la declaración de renta al Servicio de Impuestos Internos, sino más bien por el cuidado personal, integral y digital de las personas que se dedican a vender contenido exponiendo sus cuerpos.