Cooler UAI conversó con Víctor Jiménez Atkin, director y productor de cine del documental Retrato de un Antipoeta, del proyecto de serie Eudaimonia: Pasajeros de la Tierra, y el director de fotografía de la película Kiltro.
El artista explicó las principales dificultades de ejercer cine en nuestro país, las posibilidades reales de su próximo proyecto, algunas historias de su pasado y el rol del estado en el ejercicio de la cinematografía.
Por Emilio Aris Serey
- ¿Cuál fue su primer proyecto como director de cine?
“Mi primer producto audiovisual fue un cortometraje basado en La Continuidad de los Parques de Julio Cortázar, hice la adaptación y la filmé. Posteriormente, comencé a dirigir una película-documental, un proyecto mucho más grande, que se llama Retrato de un antipoeta, basada en el artista Nicanor Parra».
«Fui director y productor del proyecto, y lo filmamos durante mucho tiempo. Lo empezamos a grabar y editar paso por paso. Filmábamos y editábamos lo que teníamos y esperábamos… Se acababa el dinero y tenía que conseguirme más a través de personas claves para seguir editando y filmando. Este ha sido mi proyecto más importante como director».
- ¿Importante por qué? ¿Tuvo algún reconocimiento esta película?
“Retrato de un antipoeta tuvo varias condecoraciones, obtuvo un premio de gran importancia en el festival internacional de cine SANFIC de Santiago, ganando mejor película-documental al premio del público. De hecho, la película viajo por todo el mundo y estuvo en varios festivales internacionales; como ceremonias en Nueva York, en eventos en ciudades españolas, en Bélgica, en Alemania, en Inglaterra y también en Portugal, en donde obtuvimos el primer lugar en un festival especializado»
«Además, este proyecto fue bien mediático porque Parra fue un personaje que, proviniendo de una familia de izquierda, poseía un discurso muy liberal. De hecho, en una parte del documental él dice una frase que “nos sacó de chispas”, y tuve que contratar a un abogado y hubo una serie de problemas sobre esto. Nicanor Parra dijo: “Si no fuera por Pinochet, Chile estaría como Cuba”. Esta frase no la soportó la izquierda chilena. Parra se complicó, no quería que lanzara el proyecto y trato de bloqueármelo. Me amenazó con llevarme a tribunales, pero finalmente no escaló a problemas mayores. Yo tuve que eliminar cierto material y todas formas lancé el documental, y después de tres años volví a poner todo lo que había sacado. Hoy día lo que está circulando es el documental completo, sin censura”
- ¿En qué proyecto estás trabajando actualmente?
“En una serie de televisión con proyecciones a servicios de Streaming. Es un trabajo bastante largo que llevo mucho tiempo realizando y se llama Eudaimonia: Pasajeros de la Tierra. La idea original empezó hace 20 o 30 años y ha ido evolucionando y cambiando constantemente. Y ahora, después de muchos años y de bastante desarrollo, estamos por fin en la etapa de financiamiento. Ya tenemos la historia completa, o la “biblia” como le decimos en nuestro mundo, que es lo que se refiere al guion del primer capítulo (el piloto), la sinopsis, las escaletas del resto de los capítulos y el presupuesto completo».
«Inicialmente, este proyecto lo presentamos varias veces al Consejo Nacional de Televisión (CNTV) para obtener fondos, ya que estos trabajos cuestan entre 300 millones y 800 millones de pesos en Chile. Aun cuando nuestro proyecto siempre tuvo evaluaciones muy altas, de hecho de las mejores, nunca nos adjudicaron el premio y nunca nos dieron el fondo».
«Debido a esto, el año pasado decidimos hacer una estrategia nueva que implicó un crowfounding de inversión. Hicimos una sociedad por acciones y en octubre de 2021 comenzamos con la campaña, y ahora ya llevamos cerca del 40% de lo que necesitamos de la inversión, nos falta todavía un largo trecho, pero ya hay varias universidades interesadas, nos están dando cartas de patrocinio y hay cada vez más empresas mostrando interés. Así que seguimos avanzando cada vez más».
Teaser oficial de la serie:
- ¿Cuál crees que es el valor agregado de Eudaimonia? ¿Qué diferencia esta serie de otros productos audiovisuales?
«Posee varios elementos. En primer lugar, el tema que trata no es local, ya que rehúye de lo nacional y se relaciona con lo universal. Las narrativas que se tocan en Eudaimonia no son por ejemplo de política o noticias escabrosas. La serie busca otro mercado, la idea es que la audiencia no sea necesariamente de naturaleza nacional y debamos empatizar con los chilenos únicamente, ya que quiero que sea algo internacional y encontrar un tema que sea de interés mundial. Eudaimonia tiene intrínsecamente esto en sus raíces, habla sobre asuntos que tienen que ver con el cambio climático, con la neurociencia, con la física cuántica y los dramas de las personas comunes y corrientes; como la envidia, el amor, la amistad y el odio. Pretendemos abordar temas que de forma paulatina se irán haciendo cada vez más presentes en nuestra sociedad, por lo que queremos generar empatía con el público a través de la ciencia ficción».
«Por otro lado, creemos que la estética es otro valor agregado y único. Es un diseño de arte sumamente cuidado, bastante original y que entre otras cosas busca mostrar a Chile como un lugar que posee locaciones alucinantes. Queremos enseñar imágenes de manera novedosa, atractiva y erótica en un sentido seductor. Eudaimonia quiere provocar magnetismo a través de su contenido visual».
«Hacer cine de la realidad y mostrar el mundo tal como es, objetivamente, es una aberración. Yo tengo la creencia de que el cine es interesante cuando se interpreta la realidad, cuando hay una visión que no es la normal, y Eudaimonia tiene esa inspiración. Para nosotros es sumamente importante crear un contenido cinematográfico que proponga una realidad distinta a la que estamos acostumbrados a vivir».
«Esto es clave, ya que es tan grande actualmente el bombardeo de imágenes debido a las nuevas tecnologías y redes sociales, que el nivel de exigencia es enorme. Me parece que es un pecado seguir generando imágenes triviales que no plantan nada nuevo. Para entrar a competir al mercado hay que ser sumamente detallista y perfeccionista en cómo construir la imagen, y por cierto que el drama sea interesante. Eudaimonia busca eso».
- Cuénteme sobre el rol del estado en el financiamiento
«Respecto al lado financiero al menos hay ayuda, en otros países no hay nada. En Chile hay dos fondos, uno que es para largometrajes individuales, documentales o ficción, que dependen del Consejo de la Cultura. Y, por otro lado, el del CNTV que es un organismo independiente del Ministerio de Cultura que financia específicamente series de televisión».
«El documental de Parra costó 150 millones de pesos hacerlo y lo financio la empresa privada interesada detrás de esto, no lo patrocinó el estado. La cinematografía sin lugar a duda es un negocio, es tan caro que no puede ser de otra forma. ¿Cómo yo voy a pretender que me pasen 500 millones de pesos para arriesgarlos? Es absurdo, habiendo necesidades fundamentales».
«Sin embargo, si te involucras financieramente con el estado te debes autocensurar, tienes que en el fondo decir lo que ellos quieren transmitir o hablar del tema que ellos quieren hablar. Yo pienso que un artista debería tener libertad total y no puede caer en ese juego. Ese es el problema más grande de los fondos estatales en Chile, ya que finalmente, el resultado y lo que se produce no responde a la verdadera inspiración de cada creador, sino que más bien responde a una línea editorial, y eso hace que los productos pierdan fuerza y sean mucho menos potentes disminuyendo en significancia y valor».
- ¿Cómo aprendiste a ser cineasta?
«Fui a estudiar cine a Italia a una de las escuelas más prestigiosas a nivel mundial. Posteriormente, me fui a México y trabajé en algunos negocios relacionados con el cine, pero menores. Y como ya tenía 3 hijos “necesitaba parar la máquina” y me conseguí un trabajo en CNN, hacía producción y cubría todo lo relacionado con Centro América y El Caribe, y cualquier cosa que pasaba en sus cercanías partíamos con el equipo a reportear. Estuve alrededor de tres años ahí».
«Debido a este puesto obtuve otra dimensión de lo audiovisual. El periodismo trabaja con cámaras y equipos técnicos que se aplican en el cine, pero es otra metodología de creación de encuadres y contenido del set. De todas formas, fue enriquecedor porque me dio una visión latinoamericana que me impactó, pude conocer sobre su cultura en profundidad, sus gobiernos y su estructura social. Me gustó mucho esa experiencia como persona».
«Por supuesto que siempre estuvo latente al mismo tiempo mi intención de dirigir películas. Sin embargo, es un proceso complicado porque hay que ir construyendo una ciencia experta sobre esto, es muy engorroso. Entonces todo lo anterior me sirvió para ir madurando y poder tener una visión más potente de la vida, y, por lo tanto, del cine. Posteriormente decidimos con mi familia volver a Chile y empecé rápidamente a trabajar en el área de la fotografía. Trabajé harto tiempo hasta que decidí que ya había sido suficiente y quise explorar ya directamente el área de la dirección, junto a las adopciones literarias, por lo que hice un magíster de cine en Inglaterra. Ya con esto sobre los hombros, recién sentí que poseía la parte dura y técnica de la fotografía, que es lo más fundamental, ya que el cine es el lenguaje de las imágenes en movimiento. Sentía que debía manejar eso muy bien».
«Por otro lado, al mismo tiempo, me empecé a preocupar del guion, y me adentré en los aspectos que tienen que ver con los personajes, con el desarrollo de los perfiles y con el drama. La tensión entre las motivaciones de cada uno de los actores es fundamental para la creación de la cinematografía y se funden esas dos especialidades en el resultado final. Recién con ese conocimiento me sentí con las herramientas para poder ser director de cine».
Arte conceptual de Eudaimonia:
Link de la página web de Eudaimonia: