Guerra Israel-Hamás es la más letal en la historia del periodismo: muertes de reporteros superan incluso la Segunda Guerra Mundial

Por Nicole Beretta, Agustín García y Farid Zerené

Según el último informe del Comité de Protección de los Periodistas (CPJ, siglas en inglés), la cantidad de profesionales de la prensa muertos desde el reinicio del conflicto por la ocupación del territorio palestino, en octubre de 2023, supera con creces los decesos de las principales guerras del siglo XX y XXI.  

Gaza se convirtió en un epicentro de violencia y persecución contra los comunicadores ubicados en la zona. El CPJ lo ha catalogado como una crisis sin precedentes para el mundo del periodismo, en tan corto tiempo. 62 murieron en 2023 y 18 más en 2024, es decir, 80. Esto es incluso más que lo registrado en la Segunda Guerra Mundial (1939 a 1945). Freedom Forum estima que 68 periodistas murieron en ese periodo y Reporteros Sin Fronteras cifra las pérdidas en 69.

La ONG que lleva más de tres décadas monitoreando la actividad de los reporteros a nivel mundial, catalogó al 2024 como el “momento más peligroso de la historia” para el ejercicio del periodismo, reportando un récord mundial de 19 periodistas asesinados, de los cuales más del 90% habrían sido responsabilidad de Israel y las fuerzas de ocupación en los territorios palestinos.

Atacar deliberadamente a periodistas en conflictos armados internacionales constituye una violación del Derecho Internacional Humanitario (DIH) según el Artículo 79 del Protocolo Adicional I a los Convenios de Ginebra de 1977, donde se indica que los agentes de prensa “serán considerados como civiles” y protegidos como tales, mientras que no participen directamente de los enfrentamientos. Cuestión que, evidentemente, no ha sido respetada por la fuerzas atacantes.

Israel prohibió, además, el acceso de los medios extranjeros a la zona de conflicto, por lo que el peso de informar cayó completamente en los hombros de los y las periodistas residentes. La mayoría ha continuado con la labor, a pesar de los riesgos, mientras que muchos otros han quedado en el camino. No solo aquellos que hacían su trabajo, también reporteros que hacían vida en familia y fueron víctimas de ataques militares.

Salma Mkhaimer y una mortal visita familiar

Con 31 años, la periodista independiente de nacionalidad palestina, murió en Rafah City, al sur de la Franja de Gaza. Salma estaba instalada en Jordania cubriendo temas relacionados con derechos de la mujer y colaboraba con medios de Gaza como Al Aqsa.

Cuando empezó la guerra, ella y su hijo estaban visitando a su familia. Quedaron aislados en una zona clasificada como segura por las Fuerzas de Defensas Israelíes (FDI), sin embargo, el edificio donde se encontraba fue bombardeado el 24 de octubre de 2023.

El golpe llegó mientras Salma hablaba con su marido por teléfono, Alaa Naser Abushawer.

El hijo de ambos, Ali, cumplía un año. Murió Ali, Salma y otros 23 familiares.

En conversación con The Guardian, Abushawer comentó que “es muy doloroso” estar casado con una periodista, sabiendo que muchos otros mueren por la guerra. “En la última llamada con Salma me dijo: “Debemos parar la guerra”.

Nuevo ataque incendiario a carpas de prensa

Las malas noticias no cesan. Y es que el último ataque aéreo en contra de decenas de carpas de campaña albergadas por reporteros, fue registrado la madrugada del pasado 7 de abril, donde murió un periodista calcinado: Helmi al-Faqawi.

De las más de 40 tiendas, ubicadas dentro de recinto hospitalario Al Nasser de Jan Yunis (al sur de Gaza), “el misil atacó directamente a la tienda donde trabajaba un equipo de la Agencia de Noticias Palestina”, afirmó Ibrahim Qanan a EFE Noticias, periodista gazatí y director de la organización Periodistas de Nasser.

A su vez, el misil -arrojado por un dron israelí- generó una ofensiva incendiaria que afectó a otros nueve trabajadores de las comunicaciones, dejándolos tanto con heridas graves como otras leves. Además de asesinar a 10 civiles que se encontraban cerca del lugar de impacto.

El ruido del ataque espantó el sueño de las personas en la zona de campaña para que observaran cómo la tienda de sus compañeros de prensa se quemaba, declaró el periodista Abd Shaat a Reuters.  

Increíblemente, a pesar de la brutal ofensiva, “seguiremos transmitiendo el mensaje y la verdad al mundo entero”, afirmó el colega palestino como parte de su deber humanitario.