Michelle Conget H.
Las capas y capas de ropa no son suficientes para mitigar el frío y las horas no alcanzan para terminar las tareas diarias antes de que anochezca, además de los días lluviosos que colapsan la ciudad, dejando muchos sectores a la luz de las velas. Yo me pregunto, ¿cómo les puede gustar el invierno?
El debate entre “inviernistas” y “veranistas” es algo que no queda fuera de la discusión pública durante el año y el cambio de estaciones, sobre todo porque en Chile tenemos las estaciones muy marcadas, lo que tiende a separar las aguas entre los fanáticos del calor y los amantes del frío.
Para mi el verano es superior al invierno, y aquí les explicaré por qué. El verano trae consigo días más largos y soleados, lo que nos permite disfrutar de actividades al aire libre, donde la luz del sol aumenta nuestros niveles de vitamina D y mejora nuestro estado de ánimo, lo que nos hace sentir más felices y energizados.
Diferentes estudios científicos aseguran que la vitamina D y la luz del día mejoran el estado de ánimo al aumentar la liberación en el cerebro de la hormona serotonina, que también ayuda a sentirse tranquilo y concentrado, es por esto que en el invierno se sufre de Trastorno Afectivo Estacional.
El Trastorno Afectivo Estacional (TAE) es un tipo de depresión que se presenta generalmente durante el otoño y el invierno. Los síntomas incluyen: sentimientos persistentes de tristeza, falta de energía, aumento del sueño, cambios en el apetito, dificultad para concentrarse y pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban.
El TAE ocurre debido a la disminución de la luz solar, lo que puede alterar el reloj biológico del cuerpo y afectar los niveles de serotonina, neurotransmisor que influye en el estado de ánimo, así como la melatonina, una hormona que regula el sueño y el estado de ánimo. Por lo que la falta de luz natural puede contribuir a estos desequilibrios.
En cambio, el clima cálido del verano nos brinda una sensación de libertad y versatilidad en nuestras actividades diarias. Podemos vestirnos con ropa ligera y no andar bajo mil capas de ropa, tras el calor de alguna estufa o persiguiendo el mínimo rayo de sol que aparece entre las nubes.
Es por esto, que el verano promueve una vida más activa y saludable, con oportunidades para practicar deportes al aire libre o simplemente dar largos paseos, sin la probabilidad, ni el miedo de contraer un resfriado por los cambios de temperatura.
Y un resfriado es el mejor ejemplo, el invierno no solo trae consigo la depresión, sino que también nos expone a enfermedades por virus respiratorios, como la influenza, que aumenta en invierno debido a que las personas tienden a pasar más tiempo en espacios cerrados y poco ventilados, lo que facilita la transmisión del virus. Además, el aire frío y seco puede debilitar las defensas del sistema respiratorio, haciendo a las personas más susceptibles a estas infecciones.
Simplemente es algo que no logro entender, pero me parece interesante la postura de aquellos que defienden esta estación del año, y les seguiré preguntando… ¿Cómo les puede gustar el invierno?