Chile es el sexto país del mundo que más ha aumentado su Tasa de Política Monetaria (TPM) para controlar la inflación. Sólo es superado por Argentina (primer lugar) y Brasil (cuarto lugar) a nivel latinoamericano.
Por Cecilia Ambler y Valentina Sánchez
Con el incremento de la inflación, 13,1% anual a julio, el Informe de Política Monetaria (IPOM) que publicó el Banco Central en septiembre permite entender algunos de los factores internos y externos que influyen en el complejo escenario económico en que se encuentra Chile.
La principal razón del alto nivel de inflación es el súper flujo de dinero durante los dos primeros años de la pandemia, gatillado por el retiro parcial de los fondos de pensiones y los bonos estatales, agudizado por factores externos como la crisis económica mundial y la guerra rusa-ucraniana.
Los datos se dieron a conocer en un contexto en que el país ha estado marcado por alzas de precios en los servicios básicos, como alimentos y transporte.
Según los datos trimestrales, la economía chilena sigue tratando de ajustarse a los altos índices acumulados del año anterior, generando que la actividad, a excepción de la minería, tenga un retroceso de 0,5%. El descenso más destacable es el del comercio.
El economista y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, Pablo Pincheira, considera que “si las expectativas inflacionarias siguen desancladas veremos más alzas de tasas para controlar la inflación”.
El crecimiento a nivel mundial también se ha visto perjudicado, por lo que los bancos centrales han debido aumentar las tasas de interés. La inflación se ha posicionado como un problema a nivel mundial.
Sigue el ajuste
La guerra entre Rusia y Ucrania que ha generado un problema de suministro de gas en Europa, sumado a los problemas financieros e inmobiliarios de China, han ocasionado que el escenario económico a nivel global se vea amenazado por una futura recesión en 2023.
Según el IPOM, la inflación podría cerrar el año en 12% y el consumo privado seguirá ajustándose por las restricciones de la política monetaria. Se estima que las inversiones seguirán a la baja durante lo que queda del 2022 por la incertidumbre financiera.
Para hacer frente a esta situación, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, presentó el plan “Invirtamos en Chile”, que tiene 28 medidas. En el lanzamiento, mencionó que «la economía chilena ha estado experimentando un importante ajuste en los últimos meses que se ha traducido en caídas de la actividad y la demanda interna en la comparación mensual desestacionalizada».
El Banco Central considera que la inflación alcanzará su máximo nivel durante este periodo y se plantea la meta de volver a tasas de un 3% en los próximos dos años.
Para Gian Luca Carniglia, economista y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, la meta propuesta puede considerarse optimista, sin embargo, depende de factores externos que Chile no puede controlar. “¿Qué va a pasar si cae el precio del cobre? ¿si sube el precio de algunos “commoditties” o del dólar?”, pregunta.
La demanda mundial explica el poco impulso externo que recibirá la economía chilena financieramente, dice el IPOM. Esto hará que el crecimiento sea menor a lo esperado: 2,6% entre este año y el próximo. En cuanto a las proyecciones del precio del cobre, éste se reducirá en torno a los 3,5 dólares. A partir de datos todo lo anterior, Pincheira anticipa estanflación en Chile. Advierte que ya hay una “estanflación técnica” debido a que los precios por las nubes y recesión técnica.