Cada vez que matan a un periodista, sus asesinos buscan suprimir la libertad de prensa y expresión, acallar voces, manos y ojos que molestan, eliminar una perspectiva, permanecer en la impunidad y ocultos. Eso ocurre hoy en México y en Cisjordania. Y ahora también en un Chile en democracia. Eso quisieron hacer los criminales que el 1 de mayo dispararon contra Francisca Sandoval Astudillo, periodista de la Señal 3 de La Victoria, y otros reporteros de medios comunitarios. Eso quisieron hacer quienes casi 36 años atrás, en dictadura, acribillaron a José Carrasco.
Desde Cooler declaramos públicamente: no lo lograron entonces, y tampoco lo conseguirán hoy.
Francisca, de 29 años y madre, reporteaba mientras fue asesinada. Como muchos de quienes colaboran en medios comunitarios lo hacía solo por su compromiso con la verdad.
El asesinato de Francisca y los cientos de agresiones que han sufrido periodistas y comunicadores sociales desde el estallido social en 2019 no pueden quedar impunes. Sumamos nuestras voces al clamor colectivo de que todos los responsables de estos delitos sean juzgados y condenados. Pedimos una legislación que ampare mejor a quienes informan a la sociedad. De que haya libertad de prensa y condiciones para ejercerla depende la calidad de nuestra democracia.
Francisca, no te olvidaremos. Cooler se declara en duelo por tu asesinato.
Equipo periodístico de Cooler