La ministra del Interior británica, Priti Pate, decidirá si el fundador de WikiLeaks es llevado a Estados Unidos para enfrentar cargos de espionaje.
Por: Valentina López
El poder judicial inglés aprobó formalmente la extradición de Julian Assange, fundador de WikiLeaks, a Estados Unidos, para enfrentar en ese país los cargos de espionaje.
Ahora el caso quedará en manos de la ministra del Interior Británica, Priti Patel, quien tendrá que decidir en el plazo de dos meses si el acusado queda en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, en Londres, o es enviado a Norteamérica.
Está decisión no agota las posibilidades del acusado, quien ha evitado durante varios años ser juzgado en Estados Unidos. Sus abogados tienen un mes para presentar objeciones y apelar ante el Tribunal Superior.
“En términos llanos y no legales, estoy obligado a enviar su caso a la ministra para que sea ella quien tome la decisión”, explicó el juez Paul Goldspring, en una de las salas del Tribunal de Magistrados de Westminster.
A mediados de marzo, el Tribunal Supremo ya ha rechazado la posibilidad de que el acusado pueda apelar. Sus abogados argumentaron que el riesgo de suicidio en una prisión de EE. UU era muy alto, sin embargo, esto no fue suficiente para convencer a los magistrados del tribunal.
Si no existiera ningún recurso, la extradición se realizará en 28 días después de que la ministra lo autorice.