Esto es ficción, basada en hechos reales.
En 1991, tras años de terror y una sangrienta guerra contra el Estado colombiano, el gobierno de César Gaviria decide dejar de negociar con Pablo Escobar. La presión internacional, especialmente de Estados Unidos, y el clamor popular tras atentados como el del avión de Avianca y el asesinato de Luis Carlos Galán, llevan al gobierno a reinstaurar con fuerza la extradición.
Escobar, acorralado y traicionado por sus propios socios, es capturado en un operativo secreto coordinado entre el Bloque de Búsqueda y la DEA. En vez de intentar un escape sangriento, sorprende a todos entregándose pacíficamente, sabiendo que su captura viva lo convertiría en una figura aún más poderosa dentro de la historia del narcotráfico.
En 1992, es extraditado a los Estados Unidos bajo estrictas medidas de seguridad. Su llegada provoca un revuelo mediático global. El juicio se convierte en el evento del siglo: Escobar frente a la justicia, afrontándose a las consecuencias de sus terribles actos.
¿Te gustaría escuchar cómo se vivió el juicio más mediático del siglo XX?
Tras ser condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, lo envían a la prisión de máxima seguridad, la Prisión Federal de Alcatraz, ubicada en California, específicamente en la bahía de San Francisco, donde comparte espacio con terroristas, asesinos seriales y otros criminales de alto perfil. Desde ahí, intenta seguir enviando mensajes cifrados a sus aliados en Colombia, pero el aislamiento extremo le impide mantener el control de su imperio por mucho tiempo.
Con Escobar fuera del juego, el Cartel de Medellín se fragmenta. El Cartel de Cali toma el control temporalmente, hasta que también cae bajo la presión combinada del Estado colombiano y la DEA. Sin la figura de Escobar, el narcotráfico se descentraliza y se vuelve más corporativo y menos violento por un tiempo, hasta el surgimiento de nuevas generaciones criminales.
Mientras tanto, Escobar pasa las décadas encerrado. Se convierte en una figura legendaria, escribiendo libros desde su celda, dando entrevistas desde la prisión y manteniendo una base de admiradores que lo consideran un símbolo de resistencia contra el imperialismo. En Colombia, se le estudia como un caso extremo del poder del crimen sobre el Estado, y se convierte en objeto de documentales, series y estudios sociológicos.
Finalmente, muere en prisión a los 78 años, sin haber vuelto a pisar suelo colombiano.
Integrantes:
Florencia Spikin (Jueza Spikin)
Fernanda Herrera (Fiscal Herrera)
Josefa Rodríguez (Abogada Rodríguez)