Por Rocío Valenzuela
Tras el escrutinio de votos en todo el país, se confirma que Donald Trump ganó en los estados clave, aquellos que supuestamente estaban en disputa según las encuestas, y será quien ocupe nuevamente el salón oval. Pensilvania y Nevada son dos de estos estados que cuentan con una gran comunidad latina que mostraron un inédito apoyo a los republicanos. Queda claro que la coalición azul debe reformular su estrategia si desea recuperar el voto de este sector.
Más de 36 millones de votantes latinos estaban habilitados para sufragar, según el Pew Research Center, una población que históricamente era en su mayoría partidaria de los demócratas. A pesar de las polémicas declaraciones de Trump y sus asociados, así como las políticas migratorias propuestas por su administración, el apoyo latino fue innegable: el 45% de los votantes hispanos lo eligieron a nivel nacional, lo que se traduce en 10 puntos porcentuales más que el 2020.
Natalia Tabilo, chilena que reside desde 2018 en EE.UU, dice a Cooler que no se esperaba el triunfo del magnate neoyorquino, pero que tampoco la sorprende. Al consultar entre sus pares hispanohablantes que, tal como ella emigraron para hacer una nueva vida en la potencia mundial, advierte malestar por el nuevo migrante: “Apoyan las propuestas (de Trump) porque ellos hicieron su camino a la residencia permanente, obtención de green cards, pago de impuestos, de manera legal, por lo que el ingreso de personas de manera ilegal que acceden a beneficios les molesta”.
El voto hispano masculino
Un factor clave en este fenómeno fue el cambio en la tendencia del voto entre los hombres latinos. El 53% de los hombres hispanos que votaron lo hicieron por Trump, en contraste con solo el 37% de mujeres.
Los hombres latinos respondieron de forma más favorable a los mensajes de Trump en contra del aborto, a favor de una política dura contra la inmigración ilegal, bajar la inflación y recortar impuestos son cuestiones que también convencieron a estos sectores de clase trabajadora.
La iniciativa ‘Hombres con Harris’, que lanzó el Partido Demócrata para atraer a votantes latinos masculinos fue insuficiente. También influyó la religiosidad latina, más alineada con los valores republicanos que defienden la vida del que está por nacer.
¿Miopía demócrata?
La política identitaria incide menos que antes, y el concepto de “latino” se está volviendo cada vez más limitante, según los analistas. Muchas veces se dimensiona a la comunidad latina como un bloque homogéneo a pesar de que es extremadamente diversa, con subgrupos que tienen prioridades y valores muy distintos, dependiendo de su país de origen, clase social y ubicación geográfica.
La comunidad mexicana es la mayoritaria, seguida por los puertorriqueños. Después vienen las personas provenientes de El Salvador, Cuba y Honduras.
En el último mitin republicano en Nueva York, un comediante apuntó hacia los puertorriqueños, al acusar que isla es “basura” y que ellos solo se dedican a tener muchos hijos. A pesar de este mensaje, repudiado por las principales figuras nacidas en Puerto Rico del mundo artístico, los republicanos lograron mejorar su voto latino.
Los candidatos se enfocaron especialmente a Nevada, un estado pequeño pero clave en el conteo de los votos, que cuenta con un 22% de votantes latinos de todo el país. Pensilvania, otro estado crucial considerado «la joya de la corona», experimentó un giro impresionante, al duplicar el apoyo republicano entre los votantes hispanos, pasando del 27% en 2020 al 57% este año.
Este cambio en el voto latino se demuestra también en propuestas más concretas. En el estado de Arizona hay cerca de 2,3 millones de latinos, un 85% de los cuales son de origen mexicano. Recientemente, se aprobó la propuesta 314 que le brinda más facultades a la policía federal para el control migratorio, permitiendo detener a inmigrantes irregulares. El ‘sí’ fue dado por 1,3 millones de habitantes.