Con la aproximación de la tercera Cuenta Pública y las próximas elecciones, se han generado grandes expectativas tanto del oficialismo como la oposición, lo que abre un desafío al Ejecutivo para intentar satisfacer a todos.
Por Paulette Fuentes
“La última en la que podremos establecer nuestras metas” fue la frase con la que se dirigió a sus ministros el Presidente Gabriel Boric sobre la tercera Cuenta Pública de su mandato, la cual según el gobierno estará alineada a las prioridades de los chilenos. A partir de esto se han generado grandes expectativas en el mundo político sobre los asuntos que sí o sí deberían ser considerados en la alocución.
Entre otros de los motivos por el que ha ganado tanta relevancia son las elecciones de autoridades regionales y municipales del país que se realizarán este año, lo que podría influir en los climas de opinión pública e impactar en la decisión de los electores.
Existen opiniones divididas entre las expectativas del oficialismo, quienes apuestan por derechos sociales, seguridad y desarrollo sostenible, y la oposición, que no muestran apoyo al Presidente y esperan un discurso “populista y poco creíble”. Es así como el gobierno tiene el desafío de llegar a un punto medio para intentar satisfacer a ambos lados.
Un oficialismo expectante
Si bien la vocera del gobierno, Camila Vallejo, afirmó en el programa Estado Nacional que la Cuenta Pública de este año no “iba a ser de grandes anuncios”, el oficialismo le ha dado suma importancia a la alocución, teniendo expectativas altas por las próximas elecciones municipales de octubre y los comicios presidenciales de 2024.
Sin embargo, uno de los temores del oficialismo es que los objetivos del gobierno sean rechazados nuevamente en el congreso por la derecha, quienes han obstruido medidas como la reforma provisional o mejoras de seguridad. Inclusive el presidente y diputado de Convergencia Social, Diego Ibáñez, acusó que existe un “antigabrielismo”, debido a la constante oposición de los partidos conservadores a lo que plantea Boric, independiente de qué se trate.
El analista político, Alberto Pedro López-Hermida, comenta “Siempre va a haber oposición y más aún en este clima que estamos viviendo hoy por hoy, si bien no comparto en absoluto la idea de que existe un «antigabrielismo», desde luego estoy de acuerdo que las diferencias muchas veces son meramente semánticas y solo políticas y sin sentarse a pensar si la opinión que estoy emitiendo es sobre lo profundo de lo que se está proponiendo. Muchas veces la oposición critica simplemente porque la idea viene del oficialismo y evidentemente para el otro lado también”.
Retrocediendo a la pasada Cuenta Pública, sólo nueve de 32 propuestas que ha hecho el presidente fueron despachadas por el Congreso. Por ejemplo, de las diez iniciativas mencionadas el año anterior, sólo dos fueron aprobadas, siendo la de la Agencia de Ciberseguridad y la que establece el llamado a servicio de Carabineros retirados. Pero algunas como la restricción de funerales narcos, que fue ingresada el 27 de septiembre de 2023, todavía sigue en primer trámite constitucional en la Cámara de Diputadas y Diputados.
El rechazo inmediato
La Secretaría de Comunicaciones preparó una minuta que fue enviada a los partidos de oficialismo, en donde el mensaje central era “el gobierno del Presidente Gabriel Boric logró estabilizar al país, luego de años muy difíciles y crisis que azotaron a Chile”. Sin embargo, en el documento donde se dan a cuenta los avances y proyectos aprobados en el Congreso que corroboran con lo mencionado por el Secom, la oposición no demoró mucho en mostrar su molestia.
La derecha ha demostrado anticipadamente su anuncio de rechazo a la tercera Cuenta Pública, afirmando que no podrán cumplirse las promesas que el Ejecutivo busca realizar ya que las necesidades de la población han cambiado, específicamente las relacionadas con la seguridad.
Según la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC), en 2023 la percepción de inseguridad en el país alcanzó un 90,6%, la más alta en los últimos 10 años. Esto se corrobora con los resultados de la organización no gubernamental Fundación paz Ciudadana, que reveló que el miedo de la población chilena de sufrir un delito era de un 30,5%, número histórico desde el año 2000.
Según López-Hermida: “Sin duda el tema de seguridad tiene que ser el primero, el más relevante, no sólo tiene que estar presente en cuanto a nuevas propuestas, sino que tiene que estar también presente en cuanto a dar una cuenta pública, de hecho por eso se llama así, de si efectivamente se ha avanzado respecto a lo que se dijo el año pasado, porque el año pasado se prometió muchísimo”.
También ha existido llamado a abordar otras temáticas como el fortalecimiento de la agenda de desarrollo económico, como medidas de pro crecimiento e inversión, y asimismo a mejorar los sistema de educación y salud, los cuales han estado en polémica debido a la condonación del CAE y el aumento de casos de influenza, respectivamente.
Respecto a opiniones del sector, Guillermo Ramírez, diputado UDI, comentó: “Mis expectativas son bajas porque el presidente no ha cumplido lo prometido en las dos primeras cuentas. Además, en los últimos días hemos visto un discurso bipolar: por un lado hacen gala de una serie de proyectos aprobados en el Congreso y luego acusan obstruccionismo de la oposición. Ambas cosas no son compatibles si se considera que el gobierno es minoría en el senado”.
¿Qué sigue?
Con el acercamiento de las elecciones generales municipales en octubre y presidenciales el próximo año, existe una gran incertidumbre sobre cómo afectará los resultados de las votaciones.
López-Hermida comenta: “Indudablemente podrá influir esta cuenta pública en las elecciones que tenemos a final de año, principalmente porque, o sea, dependerá de qué tan locales sean los temas, si habla de temas genéricos como el crecimiento del país, no lo sé, los excedentes del cobre, ese tipo de temas no mucho, pero si efectivamente trata, por ejemplo, al hablar del tema del sistema de seguridad aborda entregar más facultades a los alcaldes para pelear contra la delincuencia, donde todo eso dudo que lo haga porque claramente, eso favorece a alcaldes o candidatos a alcaldes más de oposición”.
Por otra parte Gonzalo Muller, analista político, dice: “Quizás esta es la última oportunidad de recuperar terreno por parte del gobierno, pensando en las elecciones de gobernadores y alcaldes el próximo 27 de octubre, de delinear un plan, de generar expectativas, pero también de tratar de establecer un discurso político que le dé sentido”.
Este sábado 1 de junio se podrán resolver las incertidumbres que no sólo tiene el mundo político, sino también la ciudadanía. Sin embargo, existe algo que sí se puede deducir, y es que no todos quedarán contentos.