Si bien el excomandante en jefe del Ejército fue absuelto de una de las dos acusaciones, sigue procesado por malversación de caudales públicos por una anterior investigación de la justicia militar.
Por Paulette Fuentes
Causó revuelo la absolución unánime del excomandante en jefe del Ejército, Juan Miguel Fuente-Alba, y su esposa Anita María Pinochet de los cargos formulados por el Ministerio Público y el Consejo de Defensa del Estado (CDE) que los acusaban de ser presuntos autores de lavado de activos. Sin embargo, el uniformado en retiro continúa en problemas, ya que todavía está siendo procesado por malversación de caudales públicos.
El juicio, que duró casi un año, resultó en una gran derrota para la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, que responsabilizó al exuniformado de haber desviado $ 2.980 millones provenientes de gastos reservados del Ejército mientras se desempeñó como comandante en jefe de la institución entre 2010 y 2014 y de haber lavado activos junto a su pareja hasta el 2016, de esto último fue absuelto.
Sin embargo, todavía no se ha absuelto totalmente a Fuente-Alba, ya que sigue procesado por malversación de caudales públicos en la causa por mal uso de gastos reservados que investigó anteriormente la ministra Romy Rutherford (para leer el veredicto completo, haga clic aquí).
Malversación en pie
La justicia acreditó en total cuatro de los ocho puntos correspondientes al uso indebido de fondos reservados del Ejército. El primero tiene que ver con “una cantidad de dinero para su uso y beneficio personal ascendente a la suma de seis millones de pesos mensuales, ordenada por el propio imputado”. El excomandante en Jefe del Ejército no discutió recibir el dinero anteriormente mencionado, pero aseguró que lo destinó a labores de inteligencia, contrainteligencia, seguridad y levantamiento de información.
La segunda acreditación consiste en “gastos de funcionamiento y mantención de la casa destinada al CJE por diez millones mensuales”. De esta suma, ocho millones se usaban para pago de cuentas, mantenciones de jardines, piscina, alimentos, lavandería, etc.”, mientras que el resto fue manejado por un funcionario de Anita Pinochet y destinado a regalos que daban ante algún imprevisto.
También se estableció “la entrega de $ 120 millones en efectivo provenientes de gastos reservados, recibidos en marzo de 2014, una vez que había terminado su periodo como comandante en jefe”. Estos se encontraban guardados en un compartimiento especial y le fueron entregados al término del mandato del exuniformado.
Por último, se le acusó de “pagos adicionales al viático que recibía el imputado por las comisiones de servicio al extranjero, en razón de sumas entre US$ 3 mil a US$ 5 mil por comisión”. La acreditación de lo anterior mencionado se logró gracias a la declaración del jefe de finanzas de la comandancia en jefe del Ejército, Jorge Cortés, pero también es algo que reconoce el propio Fuente-Alba, según detalla el veredicto.
Sobre el futuro del juicio del exuniformado y su esposa, el abogado Alberto Precht planteó: “En cuanto a la justicia militar, donde el general Fuente-Alba está procesado por malversación de caudales fiscales, lo que viene es la continuación de ese juicio que todavía está en la etapa de sumario para que ingrese a la etapa de plenario y después de condena en el caso de la justicia militar. Por lo cual, todavía queda muchísimo camino que recorrer”.
Respecto a la fiscalía, el abogado penalista Héctor Rivera añadió: “El veredicto en el caso de lavado de activos ha generado cuestionamientos debido a errores en el peritaje y la falta de imparcialidad de uno de los peritos principales. En resumen, aunque el caso no se ha levantado por completo, la Fiscalía está tomando medidas para revisar el fallo”. De esta manera, es clave esperar la sentencia final, la cual se leerá el 8 de agosto de este año.