Por Valentina Sánchez
El hecho de que Donald Trump esté siendo enjuiciado y aun así sea el candidato favorito para la presidencia estadounidense que se disputará en noviembre de este año, es simplemente una locura y demuestra que el país norteamericano está en decadencia.
Trump es la peor opción para ser presidente, ni siquiera debería ser considerado como tal. Sus palabras y acciones antes, durante y después de su mandato reflejan el delirio tiránico que tiene sobre el poder. Y el hecho de que pueda gozar de una inmunidad judicial absoluta, en caso de ser reelegido, es muy preocupante. El pueblo estadounidense ha estado enfrentando una crisis de salud mental y económica estos últimos años; una de cada cinco personas sufre de algún trastorno mental y el número de gente que vive en situación de calle llegó al 12% a finales del 2023. Esas son preocupaciones que un candidato presidencial debe tener en cuenta a la hora de realizar su campaña. En cambio, él ha estado más preocupado de hacer su gran berrinche en las redes sociales en torno al juicio en su contra, el cual tachó como una “caza de brujas”.
Actualmente está siendo juzgado de falsificar registros contables en 2016 con el fin de ocultar un pago de US$ 130 mil que le habría hecho a la exactriz porno Stormy Daniels mediante su exabogado Michael Cohen, y así evitar la divulgación de la relación sexual que tuvieron en el año 2006. Más allá de lo escandaloso que los norteamericanos puedan considerar la relación extramatrimonial, es el abuso de poder que realizó sin siquiera pestañear y reiteradamente lo que inquieta. Y lo peor es que a sus fans no les importan estos hechos. Una encuesta realizada en marzo por Siena College para The New York Times, evidencia que el 47% de los votantes desaprueba el gobierno de Joe Biden, y que el 48% de los encuestados elegiría a Trump el próximo 5 de noviembre. Una encuesta más reciente de CNN mostró que la mayoría de los electores apoyan al exmandatario y seguirán con él, incluso si es condenado por un delito. Esto es significativo porque si es elegido nuevamente, Trump podría nombrar un secretario de Justicia que esté en su nómina y así escapar impune de todos los cargos.
El tan famoso «sueño americano» que aspira al desarrollo máximo de hombres y mujeres, sin obstáculos ni represalias, está en decadencia por la falta de acción gubernamental en asuntos sociales. Problemas económicos, migratorios, de salud, entre otros, hacen que Estados Unidos ya no tenga esta imagen de ser el país idílico al cual el resto del mundo admiraba, y en parte, envidiaba.