Por: Jorge Cofré
Hermandad según la RAE es «amistad íntima» y «unión de voluntades», algo parecido a lo que ocurrió a mitad de semana con Colo Colo y Alianza Lima, ver a dos países unidos en una misma barra hace creer que se pueden lograr crear vínculos entre clubes.
En Chile es poco probable, no por voluntad, sino que los clubes crean rivalidades con todos, es decir, siempre hay distancia entre los clubes de la misma división y máxima animadversión entre clásicos. Colo Colo y Universidad de Chile no podrían, en 2022 el clásico para el olvido por lo aburrido que fue destacó el hecho de que una mujer, hincha de Colo Colo, junto a su pareja, hincha de Universidad de Chile, tuvieron que abandonar el sector Océano debido a que golpearon al fanático de la “U” aunque ese sector es para la gente más pudiente.
En una Copa Amistosa en Coquimbo, los hinchas de Universidad Católica y Universidad de Chile se sentaron en juntos en tribuna, pese a su rivalidad. Primó la cordura y respeto de los hinchas. Pero obviamente no llegaron a los niveles de Alianza y Colo Colo, porque eso involucra un factor más allá del futbol.
Logrando ir al otro lado de la cordillera, en la liga argentina se juega sin público visitante, nosotros vamos por el mismo camino, pero los principales responsables son los clubes, alejar a las familias, aforos y las barras bravas. Todos esos factores forman la bomba molotov perfecta para quemar el futbol chileno.
Precios ridículos. Por ejemplo, cada vez que recibe la visita un club grande, Copiapó sube los precios de manera descarada alejando en vez de hacer a las personas partícipes de su ciudad. A los copiapinos les sale más económico contratar TNT SPORTS que ir a ver el partido.
¿Aforos? Creo que ya acabo la pandemia, pero no para los delegados presidenciales, ANFP y clubes. Abaratar costos para que el espectáculo se vea paupérrimo. Coquimbo tendría que llenar contra Racing pero cerraron una parte del estadio para un puñado de hinchas de la academia.
Las barras bravas, un tema difícil de abordar, porque nunca desaparecerán, pero ¿a ellos los revisan cuando van al estadio? Porque es impresionante como meten cosas dentro de los estadios, no les interesa su club y casi siempre, por arte de magia, reciben entradas, pero ¿quién se las facilita?
El futbol es algo simple, pero hacen ver que parece física cuántica. Si estas tendencias disminuyen -nunca desaparecerán-, el joven, hincha, familia volverán al estadio, tendrán sentido de pertenencia con su club más cercano y recién entonces, cuando las personas comunes y corrientes, vayan al estadio, podrá haber una unión, una fraternidad, una Hermandad.