Editorial: Chile, una democracia que muestra solidez

Una comunista ostentará por primera vez uno de los puestos de mayor poder dentro del sistema político chileno. Además de marcar un hito sin precedentes, será la ocasión para derribar mitos, así como también para ratificar un presente orgulloso para el país, pero no común dentro de Latinoamérica.


La tarde del lunes ocurrió un hecho histórico para el poder legislativo chileno. Por primera vez en sus más de 200 años, la Cámara de Diputados escogió a una militante comunista como su nueva presidenta. Con 76 votos a favor, y tras una reñida disputa frente a Joanna Pérez (Demócratas), la parlamentaria de 37 años Karol Cariola (PC) rompió con una barrera que parecía difícil de derrumbar.


Así como en 2010 Sebastián Piñera derrotó a la Concertación, y junto con ello mostró que en la transición podía haber alternancia en La Moneda, y la derecha llegar por la vía democrática al poder, ahora Cariola tiene en sus manos la posibilidad de demostrar que su partido puede ocupar un cargo importante de la democracia y fortalecerla.


La llegada de una parlamentaria comunista a la presidencia de la cámara baja demuestra que en Chile las instituciones funcionan, y que pese a todos sus problemas, la democracia y sus mecanismos son respetados en el país.


Hace menos de un año, el Consejo Constitucional fue presidido por Beatriz Hevia, perteneciente al Partido Republicano. Dos años antes, en 2021, la Convención Constitucional fue dirigida, en primera instancia, por Elisa Loncón, independiente de izquierda.


Aunque ambos procesos fueron fallidos, reflejaron que, por más que el poder se traspase de un extremo a otro, la esencia democrática que rige la política nacional en la actualidad no está en juego.


Basta con observar a los países vecinos. Un Perú con la danza interminable de expresidentes investigados y sentenciados por delitos de gravísima índole, así como la triste Venezuela, cuyo norte democrático se perdió hace más de una década.


“Desde la Mesa de la Cámara trabajaremos y demostraremos que las acusaciones y temores que se han intentado infundir, no solamente son injustas, sino que también carentes de argumento”, sentenció Cariola, minutos después de ser electa.


Por muy contraria que puede resultar para algunos la ideología que pregona uno de los partidos más antiguos del país, hay que aceptar que este ganó una elección democrática en la Cámara de Diputados.


La oportunidad que tiene una de las principales dirigentes del movimiento estudiantil de 2011 es de gran valor. Es la hora de ratificar que Chile es democrático, a pesar de las razonables críticas que se pueden efectuar a su sistema político y de la muy baja confianza que los ciudadanos tienen en los políticos.


Solo el tiempo juzgará si la elección de los diputados el lunes pasado tiene solidez en el Estado de derecho que rige en Chile.