En su programa de televisión «Con Maduro +1», el presidente de Venezuela llamó al presidente Gabriel Boric a dialogar sobre el crimen organizado. El mandatario chileno aceptó la propuesta en una semana marcada por las tensiones entre ambos países relacionadas al Tren de Aragua y su vinculación con el crimen del exteniente Ronald Ojeda.
Por Cecilia Ambler R.
“Si usted quiere hablar de estos temas, conversemos personalmente” es el mensaje que le envió el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a su par chileno, Gabriel Boric, a través del programa de televisión Con Maduro +1, el martes 17 de abril.
El mandatario lo pidió al aludir al crimen organizado que, según autoridades chilenas, ha llegado a Chile de la mano de una de las principales bandas criminales venezolanas: el Tren de Aragua.
La situación ocurrió en medio de las tensiones entre ambos países, acrecentadas luego de que días antes, Yván Gil, canciller de Venezuela, negara la existencia de la organización criminal, al decir que “es una ficción creada por la mediática internacional”.
La aseveración fue tomada como un “insulto” por el gobierno chileno. “Personas han perdido sus familiares, han perdido la tranquilidad de sus barrios, han perdido sus negocios por eso”, aseveró la ministra del Interior, Carolina Tohá.
Además, la investigación del secuestro y homicidio del teniente (R) venezolano Ronald Ojeda dio como resultado la confirmación, por parte del fiscal Héctor Barros, que el hecho fue organizado desde Venezuela y que los detenidos por el crimen estarían vinculados al Tren de Aragua.
Tras esto, la oposición ha sido enfática en la urgencia de romper relaciones con el Estado venezolano. El presidente de la UDI, Javier Macaya, aseguró a La Tercera: “Si la ministra del Interior y el gobierno piensan que lo que se puede hacer hoy día es dialogar con el mismo gobierno que mandó a matar a un ciudadano venezolano a Chile, a mí me parece de una inocencia y una candidez que ya no pueden soportar los chilenos”.
El canciller chileno, Alberto Van Klaveren, también se refirió al tema, y catalogó de “absurdo” romper relaciones en un contexto en el que están solicitando colaboración a Venezuela para esclarecer lo ocurrido con el fallecido exmilitar.
Debido al aumento de la tensión en las relaciones diplomáticas entre ambos países, el embajador de Chile en Venezuela, Jaime Gazmuri, fue llamado a consulta y se reunió en La Moneda el sábado 13 de abril con Boric y la canciller (s) Gloria de La Fuente. Esta última le solicitó a Gazmuri “agotar todas las instancias de diálogo”. Desde el ministerio de Relaciones Exteriores también informaron que en la reunión de ayer martes 16 de abril con el canciller Van Klaveren «dialogaron sobre los principales aspectos de la relación bilateral».
Maduro en televisión no solo aludió a la máxima autoridad chilena, sino que también se refirió al expresidente Sebastián Piñera, culpándolo de la entrada de la banda criminal a Chile: “¿Quién se llevó para Chile a estos delincuentes? ¿Quién los conoció, los contrató y los apoyó en Cúcuta para invadir Venezuela el 23 de febrero del 2019? El recientemente fallecido, que en paz descanse, expresidente Sebastián Piñera”, declaró en su programa.
Para Samuel Fernández, diplomático, exembajador y analista internacional de la Universidad Central, la afirmación «no tiene valor», ya que «se trata de criticar fanáticamente a quienes son de otro sector, pero (Maduro) no tiene ninguna prueba. En todo caso, lo que sí podríamos probar nosotros es que es él quien está enviando a gente que no debe venir, y claro, no los está recibiendo de vuelta».
El presidente Gabriel Boric respondió las palabras del gobernante venezolano sobre las acusaciones en contra de Piñera: «Las diferencias entre chilenos las resolvemos acá en Chile», y también se mostró abierto a la solicitud de diálogo propuesta por Maduro:
«Estamos disponibles a tener todas las instancias de diálogo que sean necesarias para combatir el crimen internacional y el crimen transnacional, porque es un problema que tenemos en toda la región, en toda América Latina. Para eso justamente sirven las relaciones diplomáticas, para dialogar y resolver problemas», aseguró.
Fernández considera que si se realiza el encuentro entre ambos presidentes, Chile debe exigir el cumplimiento de los tratados, «porque son los que están válidos y los que deben cumplir ambas partes», y agrega que «no solo los tratados sobre extradición que existen, además, el acuerdo policial también se debe cumplir. Tenemos que confiar en eso».
Por el momento, el gobierno ha anunciado que no romperá relaciones diplomáticas con Venezuela y que están abiertos a generar instancias de diálogo y trabajo colaborativo para combatir el crimen organizado, y así esclarecer lo ocurrido con el exteniente Ronald Ojeda.