El arte callejero, y no tan callejero, en el espacio público

¿Te imaginas estar viajando en un avión y Los Bunkers se ponen a tocar de la nada? ¿O estar pasando por el centro de la ciudad y que Mon Laferte esté cantando sus canciones?

Por Michelle Conget

Así como Green Day, Miley Cyrus y Ricardo Arjona han tocado en vivo en los metros de Nueva York, esta semana dos artistas nacionales sorprendieron en espacios públicos, donde interpretaron sus canciones y dieron un show gratuito a quienes estaban en estos lugares.

El pasado lunes 8 de abril, Mon Laferte, acompañada únicamente de su guitarra, cantó sus éxitos en versión acústica en el centro de Antofagasta, previo a su show en la ciudad del norte del país. Las personas que por allí transitaban demoraron en reconocer a la artista, sin poder creer que estaría dando un concierto en plena calle.

Algunos días antes, Los Bunkers, quienes volaban en un avión con destino a Iquique la semana pasada, interpretaron “Bailando Solo”, una de sus canciones más famosas, en pleno trayecto y suplidos de un ukelele. Los pasajeros del avión inmediatamente sacaron sus celulares para registrar el momento, que luego se viralizó en redes sociales.

La presencia de artistas consolidados en estos lugares no suele incluir directamente a los músicos callejeros, pero sí pone en perspectiva la importancia de su oficio y del uso del espacio público como plataforma para destacar el trabajo de los artistas y músicos, como describió al fenómeno Antonio Faraggi, un intérprete que se dedica a entretener a los transeúntes para ganarse la vida.

“Encuentro que de alguna manera no nos visualiza a nosotros como artistas callejeros, pero sí visualiza el tema del arte callejero y del uso del espacio público para mostrar más al artista, o al músico, en base a también, su función en la comunidad”, aseguró.

Antonio es guitarrista de jazz y compositor, y comenzó su carrera como artista callejero a los 18 años cantando en las micros. Hoy tiene 36 años, y encontró su nicho en Barrio Italia, con el objetivo fijo de llevar su música a Europa.

“Creo que la forma de hacerlo sería súper buena también impulsando a los artistas que trabajamos todos los días en la calle, quizás colaborando con nosotros, y así también reivindicar el uso del espacio público para el arte», finalizó.

En este contexto, se le preguntó a diferentes personas que transitaban por las calles del centro de Santiago sobre las intervenciones musicales de artistas destacados en espacios públicos, y sus respuestas iban desde aprobación “dependiendo de quién sea el artista”, a la percepción de que un concierto en la calle “parece un poco invasivo”. Otros comentaban que les encantaría que algo así sucediera.

Johanna Watson, periodista musical, aseguró que cuando los artistas hacen este tipo de cosas es cuando están en buenos momentos de sus carreras: “Hay muchos artistas que lo hacen, que lo han hecho y probablemente que lo harán… Es inteligente, dinamiza, activa y creo que muchos más lo podrían hacer y sería muy entretenido».