Red Bull, Mercedes y Ferrari planean golpear el mercado de cara a la próxima temporada. Entre gestiones, los directores se decidieron por un todo o nada: contratar a la carta principal de sus rivales.
Por Fernando Ríos Ramírez
No se han disputado más de cuatro circuitos y los equipos ya calientan motores para el 2025; llegó la silly season. Las principales escuderías se preparan minuciosamente, mirando con recelo los movimientos del oponente. Como en un ajedrez. Entretanto, surgen especulaciones en esta batalla por la hegemonía automovilística.
Los rumores apuntan a una revolución inédita en los representantes de cada equipo. Tras el fichaje de Lewis Hamilton por Ferrari, Mercedes lucha contrarreloj para encontrar un relevo a la altura del británico. El más resonado resulta ser el mismo hombre que privó a Hamilton del pentacampeonato en 2021: Max Verstappen.
El neerlandés ha sido seducido con la idea de vestir el uniforme alemán. Toto Wolff, jefe de Mercedes, lo considera como la primera elección, pero no descartan otras opciones. Carlos Sainz busca asiento luego ser reemplazado por Hamilton, por lo que el español también asoma como candidato.
En el equipo austríaco, el debate entre Christian Horner y su asesor Helmut Marko se ha centrado en el sustituto del actual campeón del mundo. Tal como Mercedes, el ‘Toro’ buscaría los servicios de Sainz, aunque este también coquetea con Aston Martin para ser su nueva cara.
Entre las conversaciones surgió el nombre de Fernando Alonso, un veterano del rubro. Un fichaje para algunos idílico, principalmente por el dominio que pudiera ejercer la dupla del español con el neerlandés. Esta ilusión podría quedar en un sueño frustrado para los seguidores de Red Bull, ya que Jos Verstappen, padre y agente de Max, habría determinado su salida de la escudería energética.
La razón sería el caso Horner, donde se acusa al director de comportamientos “inadecuados” con una compañera de equipo. «El equipo está en peligro de partirse, no se puede seguir así. Va a explotar. Va de víctima cuando él es quien está causando los problemas. Hay tensión mientras él siga en el puesto”, declaró el padre del campeón mundial.
Sin embargo, hay quienes dudan de las intenciones de Mercedes. «No puedo imaginar que Toto Wolff quiera a Max. La única razón por la que está considerando la idea es sólo para molestar a Red Bull», dijo Jacques Villeneuve, expiloto de la Fórmula 1. El canadiense cree que estos movimientos apelan más a una estrategia de distracción que un real interés.
Mientras Charles Leclerc y Sergio Pérez parecen tener claros su futuro, el resto continúa en un limbo. Las escuderías han priorizado, entre discusiones y teorías, tratar de convencer a las piezas claves de sus contendores para cimentar el camino a una nueva estrella en el Gran Circo.
