De las 355 librerías a lo largo del país, 184 se localizan en Santiago. De esa cifra, más de la mitad son independientes.
Por Borja Baeza A.
Comenzó la fecha favorita para los amantes de la lectura. Abril es considerado el mes del libro por dos fechas importantes: el 2 es el “Día internacional del libro infantil y juvenil” y el 23 es el “Día internacional del libro y del derecho del autor”. Además, esta última es el fallecimiento de dos grandes exponentes literarios: Miguel de Cervantes y William Shakespeare. Además, es en esta fecha donde las librerías bajan sus precios para que el público acceda a los títulos de preferencia.
Una de las librerías –dentro de la gran cantidad que se encuentran en Chile- que no podemos obviar es la que Francisco Mouat, escritor, periodista y editor quien junto a su esposa, María Soledad, dieron forma a lo que se conoce hoy en día como Librería Lolita. Ubicada en el sector de providencia y con ocho años de trayectoria, es una de las pocas librerías de barrio que mantienen un bajo perfil y que logran mantenerse vigente sin problema.
Lo que solía ser una tienda de guantes industriales ha logrado mantener un alto estándar dentro de lo que es el mundo de los libros en el país. Mientas existen librerías que se han visto forzadas a desaparecer por sus bajos ingresos, Librería Lolita se posiciona en la esquina de República de Cuba con las puertas abiertas al público.
Los independientes
Lo anterior no deja de llamar la atención. Un estudio publicado en 2018 por el Estudio de Editores de Chile demostró que, dentro del total de librerías que se encuentran en el país, el 23% pertenece a cadenas de librerías nacionales, el 9% a franquicias, un 6% a cadenas regionales y un 62% son independientes. En esta última cifra se ubican los negocios que aún no se han profesionalizado. Por ende, Librería Lolita se ha posicionado como una de las mejores tiendas ubicadas dentro de dicho porcentaje.
“Lo que pasa es que nosotros -al menos con Francisco estamos de acuerdo en eso-, no sentimos que estamos en una competencia con otras librerías por algo. Somos una librería de barrio; nuestro potencial de venta es la gente que vive acá cerca; abrimos página web hace no tanto y claro eso extendió el público, pero solo para salir de Santiago”, comenta Joaquín Vial, encargado de la librería que ha visto la evolución de esta tras seis años trabajando en ella. En este contexto, afirma que: “A la gente le gusta venir acá, prefieren venir en lugar de entrar a un mall para evitarse las grandes aglomeraciones”.
Con sus márgenes bien estipulados y sin ánimos de expandirse, la librería se ha consolidado como parte del panorama de los residentes del sector, otorgándoles una propuesta cultural necesaria para cualquier círculo. “Sentimos que nuestros vecinos están muy agradecidos con nuestra presencia acá y ya alcanzamos cierta posición que nos hace –incluso nos dicen algunos- imprescindibles”, explica el encargado, quien extiende la invitación a perderse en los libros que tienen para ofrecer.