A más de dos semanas de iniciadas las clases, desde distintas zonas del país hay padres que reclaman la falta de cupos para sus hijos. Desde el ejecutivo aún no esclarecen la cantidad de alumnos que no han podido matricularse en un establecimiento educacional, pero tampoco hay certeza sobre las causas que han originado esta anomalía.
Este 2024 comenzó de forma convulsionada para el sector de la educación. Según el diario El Mercurio, tres mil estudiantes aún no han encontrado un recinto educacional. Sin embargo, desde La Moneda desmintieron estas cifras, aunque sin entregar una nueva. Por eso, distintas organizaciones han tratado de explicar este fenómeno, así como también expresar su malestar.
El Sistema de Admisión Escolar (SAE), coloquialmente llamado “tómbola”, es el método que asigna a los alumnos a determinados colegios que operan bajo la subvención del Estado, tanto los públicos como los particulares subvencionados.
La nueva forma matricularse en establecimientos educacionales surgió a raíz de la Ley de Inclusión Escolar, promulgada en 2015 bajo el segundo gobierno de Michelle Bachelet. La Ley 20.845 eliminó el financiamiento compartido y prohibió el lucro en los recintos escolares que fueran administrados con aportes del Estado.
Según María Teresa Romero, presidenta de la organización Escuelas Abiertas, fue justamente aquella ley la que provocó la crisis de matrículas, porque se formó “un cerrojo al agregar un artículo que impide a privados crear nuevos colegios particulares subvencionados. Esto hizo que se congelara la inversión y el desarrollo de nuevos colegios. Eso fue lo que detonó este problema. Por lo tanto, es urgente derogar el artículo que impide aprobar nuevos colegios con subvención del Estado mientras haya asientos vacíos”.
En línea con lo dicho por Romero, el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, afirmó que «el problema no es exclusivo de 2024, sino que es un proceso que se viene arrastrando desde hace años, dado que hay una demanda superior a la oferta disponible en determinados territorios», según consignó Emol.
Además, el secretario de la cartera educacional dijo que hay colegios con vacantes disponibles, pero los apoderados desean matricular a sus hijos en otros establecimientos.
No obstante, acorde a las palabras de la cofundadora de Escuelas Abiertas, “el problema de cobertura hay que solucionarlo invitando a privados a participar en invertir y desarrollar nuevos proyectos educativos. De hecho, durante la década de los años ochenta, la cobertura se fue solucionando porque se dieron incentivos para crear nuevos establecimientos”, dijo Romero.
La información oficial es que aún no hay cifras exactas respecto a la cantidad de alumnos sin colegios. Sí se sabe que son 1.700 los estudiantes con doble inscripción en el SAE, según mencionó Alejandra Arratia, subsecretaria de Educación, y que publicó Radio Agricultura.
De todos los jóvenes sin matrícula, muchos se encuentran en el norte, específicamente en la región de Atacama. Durante el año pasado los estudiantes de aquella zona ya perdieron bastante tiempo de clases, debido al prolongado paro de profesores. Ahora, peligran nuevamente atrasarse con sus estudios.
Al problema del norte se suma que en el otro extremo del país también hay padres que no han logrado inscribir a sus hijos en el sistema. En Valdivia, el seremi de Educación de Los Ríos, Juan Pablo Gerter, declaró a Biobiochile que aún no tienen los números oficiales sobre la cantidad de alumnos sin clases. Ante esto, el presidente de la Coordinadora de Padres y Apoderados de Valdivia, Javier Tello, expresó su molestia por el actuar de las autoridades locales.
“Hay alumnos matriculados en colegios de Valdivia, pero en zonas rurales o de la costa. Y esas distancias son de casi 15 kilómetros. Eso complica a los apoderados, porque no tienen medios para pagar buses todos los días, y eso se complica aún más con las lluvias constantes que hay en la ciudad”, señaló.
También, el dirigente valdiviano enfatizó en la urgencia de que las autoridades nacionales escuchen las peticiones de los apoderados, porque pese a que Tello ha hablado incluso con el ministro de Educación, no ha obtenido respuestas aclaratorias. Por ejemplo, sobre el funcionamiento de los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP), que ya han tenido problemas en el norte.
“Acá en 2025 empieza a funcionar los SLEP. Hablamos con el señor Cataldo y le mandamos un petitorio de 22 de preguntas. De esas no nos resolvió ninguna. Los directores tendrán que improvisar, y eso es inaceptable”, declaró Tello.
Por lo mismo, el presidente de la coordinadora sureña dijo que “nos estamos organizando a nivel nacional. Queremos juntarnos todos los dirigentes regionales en Santiago e ir a hablar con el ministro de Educación, para expresarle las fallas y debilidades de este sistema. Toman determinaciones sin escuchar a las bases de este problema, que somos los padres y apoderados. Hay errores que se podrían haber prevenido años atrás, pero la tozudez de algunos gobiernos nos tiene así. Uno no quiere que al gobierno le vaya mal, porque si le ve mal, nos afecta a todos”.
Por ahora, se espera que desde el gobierno entreguen el número exacto de alumnos sin matrículas. Mientras tanto, los padres y apoderados exigen respuestas de un sistema que tiene a una gran cantidad de jóvenes sin poder estudiar.