Emilia Valenzuela
Comenzó en el interior, pero ya es un problema que se extiende a lo largo del país. La sequía ha intentado ser abordada por el gobierno mediante políticas públicas, sin embargo, nada se compara a los fenómenos naturales que podrían resolverla.
La intensa lluvia en Santiago juntó alrededor de 27,3 mm, lo que es una cifra importante, pero no lo suficiente para combatir uno de los peores problemas climáticos de Chile del momento: la escasez de agua.
«Doce años de sequía», así lo plasmó el Gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, hace tres meses en el noticiero 24 Horas. Según se menciona en la página del gobierno: «Chile atraviesa la más profunda y extensa sequía de su historia. Nunca antes el país había sufrido una condición de escasez hídrica como la que estamos viviendo», siendo Atacama y La Araucanía las regiones más afectadas.
El martes comenzaron las precipitaciones aproximadamente a las 15:00 hrs. en diferentes comunas de la Región Metropolitana, Valparaíso y O’higgins. En los distintos puntos del país ha llamado la atención la intensidad de la lluvia, lo que ha hecho que las personas compartan videos y fotos de las calles inundadas en las redes sociales.
Con este fenómeno se da la bienvenida a la temporada de frío en la zona centro del país. Según publicó la cuenta oficial de Twitter de la Dirección de Meteorología de Chile (@meteochile_dmc), estas fueron las precipitaciones en las últimas 24 horas en algunas partes de la RM:
Fuente: @meteochile_dmc
Según dijo a Cooler el meteorólogo Gonzalo Espinosa, «llas grandes obras son las que solucionan los grandes problemas», refiriéndose a que para mitigar los efectos de la sequía, se deben hacer grandes inversiones, como por ejemplo construir «un río longitudinal a lo largo de Chile», el que transporte agua de sur a norte o construir una carretera hídrica.
Miguel Fernández, meteorólogo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), dijo a Las Últimas Noticias que «el agua caída sirve para la capa superficial de la Tierra y para las plantas, pero no alcanza a infiltrarse por completo. Las napas subterráneas demoran mucho más en recuperarse. Esta lluvia es buena, pero para nada suficiente. Algo es algo».
El director del Departamento de Ciencias Geográficas de la Universidad de Playa Ancha, Carlos Romero, mencionó a Cooler que, lamentablemente, dependemos de la lluvia para mantener húmedo el suelo, salvo que exista la posibilidad del riego artificial. Además agregó que «se está trabajando desde la universidad proponer obras civiles menores de base natural para el aprovechamiento de aguas lluvias en sectores pilotos de la región. Bajo estos diseños de obras hidráulicas, se podría aprovechar las aguas lluvias y evitar la erosión de los suelos».
Hoy existen diversos proyectos de parte del gobierno, de las universidades y de expertos independientes para dibujar soluciones ante la sequía que afecta al país. Aun sabiendo que la lluvia es la mejor medicina, la inversión en infraestructura hídrica y tecnología es el paso que los expertos recomiendan para acercarse a una respuesta en el aseguramiento del acceso al agua.