A nueve meses de su elección, el pueblo ya exige la renuncia del “profesor” izquierdista, quien ha tenido un gobierno bastante polémico. Las elecciones se realizaron en julio del 2021, en medio de la pedemia sanitaria, donde Castillo se enfrentó a Fujimori en una pareja votación, triunfndo con el 50,125% .
Por Emilia Valenzuela
Un cóctel explosivo, cuyos ingredientes fueron el alza de los combustibles, el alto costo de vida y una caída en la popularidad del presidente, hicieron que miles de peruanos se movilizan para exigir una importante decisión: la renuncia de Pedro Castillo. Las jornadas de protestas, que comenzaron el 28 de marzo, dejaron el martes un muerto, 15 heridos y 18 detenidos, un toque de queda que se implantó y eliminó el mismo día, barricadas y tiendas saqueadas, en medio de desmanes.
Inestabilidad política
Un factor determinante en este movimiento social, sin duda es el descontento de los habitantes del país sudamericano. Este gobierno, que se ha caracterizado por los múltiples cambios, como los dos intentos de moción de vacancia en su contra y en los pocos meses que lleva gobernando, Castillo ha nombrado cuatro gabinetes distintos, lo que sin duda, generó pérdida de popularidad incluso en sectores que validaron su triunfo electoral.
Como sus antecesores- PPK y Vizcarra- las acusaciones han caido sobre Castillo. Existen investigaciones de presunta corrupción en contra del actual Presidente, además en ellas se incluyen a sus a dos sobrinos y a Bruno Pacheco, exsecretario del mandatariohasta su renuncia el pasado noviembre.
Este fue uno de los argumentos que empleó la oposición para promover una moción de vacancia contra él, la segunda desde que es la máxima autoridad del país, que fracasó la pasada semana por falta de apoyos en el Congreso.
Es por estas razones que según mencionó un periodista de Perú, sería un error comparar este movimiento producido por descontentos del pueblo con el estallido social del 18 de octubre, ya que ambos paises tienen historias y trayectorias políticas distintas.
Efecto guerra
Perú, como otros países, no escapa de la inflación heredada por el golpe económico de la pandemia y el conflicto armado entre Rusia y Ucrania. De esta manera se ha visto afectada la economía, ya que el índice de precios del consumidor creció un 1,48% en marzo y se convirtió así en la variación mensual más alta en 26 años, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística e Informática.
Las manifestaciones se han sucedido durante siete días, sumando varios gremios de trabajadores que ya forman parte de la movilización general. Las protestas se desarrollaron principamente en Lima y las regiones de Piura, Chiclayo, La Libertad, Junín, Ica, Arequipa, San Martín, Amazonas y Ucayali, entre otras.
Bajo el ojo crítico
Según Pablo Lacoste, académico de la Universidad de Santiago de Chile (USACH), doctor en estudios Americanos, especialista en estudios internacionales e Historia: “Pedro Castillo no está en condiciones” (de gobernar), mencionando que él no tiene las habilidades para manejar un país de treinta millones de habitates.
Lacoste aseguró además que Castillo se rodea de asesores que lo aconsejan, uno de ellos fue el de la idea sobre el toque de queda, pero “el no entendía muy bien lo que esto implica”, ya que, según mencionó “cuando lo llaman al congreso para dar explicaciones el no pudo explicarlo, porque no tiene las competencias”.
Castillo reacciona
Tras el movimiento social, el gobernante anunció de manera sorpresiva el 5 de abril, una medida que anunció de imprevisto, con apenas dos horas de anticipación, cuando muchos peruanos ya descansaban: toque de queda y estado de emergencia desde las 2:00 de la mañana hasta las 23:59 hrs.
Desde el Ejecutivo se afirmó que esta medida sería para «resguardar los derechos fundamentales de todas las personas», aunque los críticos opinan que fue para evitar más protestas.
El presidente de Perú tuvo que aplicar el toque de queda en Lima, solo 15 horas después de ser decretado y debió levantarse. Aún así centenares de personas siguieron reunidas en la avenida Abancay y otros lugares del centro de Lima, exigiendo la renuncia del mandatario izquierdista.
Desde la desesperación: “solución parche”
El gobierno para intentar apaciguar el descontento eliminó este fin de semana el impuesto selectivo al consumo del combustible hasta el próximo junio, una de las principales demandas de los transportistas. Sumado a esto, el presidente decretó un aumento del 10% del sueldo mínimo, que subirá de 930 a 1.025 soles ($220.195) a partir del mes de mayo.
Sin embargo, los manifestantes no quedaron contestos con las medidas impulsadas, ya que, este lunes se vivió otra jornada de protestas, bloqueos de carretera y episodios de violencia, los que sin duda afectan a la población, porque han impedido el abastecimiento normal de alimentos.
Ahora solo queda esperar ¿qué pasará con Castillo? ¿se aferrará al gobierno de Perú? ¿podrán los manifestantes terminar con su mandato como lo hicieron con PPK y Vizcarra?