Aunque la fertilidad en las mujeres cae a los 35 años, los avances tecnológicos en la medicina reproductiva han permitido que las mujeres puedan postergar su maternidad por algunos años más. Tratamientos de Fertilidad In Vitro, ovodonación, son algunos ejemplos de las opciones para las mujeres que quieren ser madres pasado la edad fértil.
Por Cecilia Ambler, Michelle Conget y Valentina Sánchez
Para poder ser madre, Ximena Mery (43) optó por un tratamiento de infertilidad. Es de La Serena y siempre quiso tener hijos; nunca se lo cuestionó. Aunque asegura que ese objetivo no era el único en su vida, sino que también, por ejemplo, tener una profesión. Es psicóloga infantil y adolescente. Cuando comenzó a sus 30 años a intentar tener hijos con su pareja no lograba quedar embarazada, por lo que consultaron a un especialista. “Empezamos con los típicos exámenes de rutina y con unas inyecciones”, recuerda.
La infertilidad es una preocupación creciente en Chile. Javier Crosby, Jefe del Laboratorio de la Unidad de Medicina Reproductiva de Clínica Las Condes y Director del Comité de Acreditación de la Red Latinoamericana de Reproducción Asistida (REDLARA) explica que afecta aproximadamente al 15% de las mujeres en edad reproductiva (que es entre 15 y 49 años según la OMS) y que este problema se vuelve más urgente para las mujeres mayores de 35 años, ya que la fertilidad femenina disminuye de manera natural con la edad.
A partir de esa edad, la reserva ovárica, que es la cantidad y calidad de óvulos disponibles, comienza a reducirse de manera más pronunciada. Esta disminución se refleja en una menor probabilidad de concebir y un aumento en los riesgos de complicaciones durante el embarazo.
Para Ximena el camino no fue fácil. Fue diagnosticada con endometriosis severa; se sometió a una cirugía para limpiar las trompas de Falopio; debía viajar a Santiago continuamente y el costo del tratamiento era muy alto. “Sabíamos que lo íbamos a hacer particular porque era muy larga la espera. Pueden pasar hasta tres años para que te llamen”, asegura.
Después de tres intentos de implantación durante tres años de tratamiento, lograron un embarazo exitoso. Recuerda el último examen que se realizó que arrojó un resultado positivo: “Es mi Matilda, que tiene 9”. Ximena considera que existen obstáculos que se les presentan a las mujeres que buscan ser madres de estas técnicas, especialmente a las que viven en regiones, ya que además del alto valor de las intervenciones, hay que costear viajes y alojamientos. “Es un tratamiento que sigue siendo selectivo por el tema del recurso económico”, dice.
Actualmente, las mujeres pueden quedar embarazadas por sobre los 35 años gracias a los Tratamientos de Reproducción Asistida (ART). Sin embargo, en Chile, el acceso a tratamientos de fertilidad es desigual y depende en gran medida de los recursos económicos de las parejas, existen diferentes tratamientos avanzados como la fertilización in vitro (FIV), que dan resultados cada vez más exitosos.
Así como Ximena, hay más mujeres que lograron ser madres a través de tratamientos de reproducción asistida. En Chile, se registraron 17.261 nacidos por este procedimiento, hasta 2021, un 5,8% del total latinoamericano. Si bien no es el país con menor porcentaje, se encuentra muy por debajo de Brasil, país pionero en esta área, que lidera con 40,7%.
La siguiente gráfica muestra el número de nacidos por tratamientos de reproducción asistida en Latinoamérica desde el año 1990 a 2021:
Ser mamá después de los 45 años
El comportamiento de la natalidad ha variado en Chile durante el último tiempo. Los datos de las estadísticas vitales del INE (Instituto Nacional de Estadística) reflejan esto y lo atribuyen a que el contexto ha cambiado y existe una tendencia, que se observa en muchos países desarrollados y en vías de. La edad promedio de las mujeres al tener su primer hijo ha aumentado, situándose por sobre los 30 años.
Desde el año 2010 hasta el 2023, los nacimientos totales de madres de entre 20 a 29 años han disminuido drásticamente. El médico Guillermo Durruty, ginecólogo de Clínica Alemana y especialista en medicina reproductiva, explica que esto se debe fundamentalmente a que las mujeres deciden postergar la maternidad para dedicarse a otros aspectos de su vida, como priorizar sus estudios y carreras profesionales.
Si bien en los centros médicos especializados en medicina reproductiva del país no se realizan tratamientos de fertilidad a mujeres sobre los 50 años, los datos del INE muestran que entre los años 2010 y 2023 hubo uno curva de crecimiento que aumentó desde 5 a 32 nacimientos por año en ese periodo de tiempo en mujeres sobre esa edad.
“Yo he realizado tratamientos de fertilidad hasta los 48 años, cumpliendo 49 y eso está dentro de las normas, pero cuando esa misma paciente me vino a pedir hacer el siguiente tratamiento, con 50 cumplidos, le dije que no”, recuerda el especialista.
Si bien Durruty considera que el aumento de nacimientos en mujeres de edades avanzadas se debe a que optan por tratamientos de fertilidad y ha notado el incremento en el número de mujeres mayores de 45 años que acuden a la consulta, él cree que el aumento sobre los 50 que se observa podría deberse a clínicas que no cumplen con la recomendación de no realizar los tratamientos de fertilidad en este grupo de edad.
Los datos entregados por el INE también muestran los nacimientos de madres entre los 20 y 29 años y los 30 y 39, los cuales no muestran mayores cambios entre 2010 y 2023.
Una nueva esperanza
Cuando se está en los 20 años, la idea de ser madre no es común, sobre todo por querer alcanzar el éxito laboral o cumplir ciertos sueños, como viajar. Lo que lleva a las mujeres a postergar la maternidad, hasta un punto, en el que es tarde para su cuerpo, porque ya no es igual de fértil que antes. La calidad de los óvulos disminuye considerablemente a partir de los 30 y la reserva ovárica es cada vez menor después de los 35.
Según la Fundación Fënn, son las mujeres entre los 38 y 45 años las que más se enfrentan a este problema biológico. Muchas llegan pidiendo consejo y asesorías sobre tratamientos de fertilidad, pero cuando se hacen estudios, como la prueba de la hormona antimülleriana (AMH, por su sigla en inglés) y la cual evalúa la reserva ovárica, se enfrentan a la realidad de que al tener un recuento muy bajo, sus probabilidades de un embarazo exitoso son muy bajas.
Gracias a la ciencia moderna, hoy hay mayores esperanzas de ser mamá después de los 40, todo gracias a: la congelación de óvulos. El cual consiste en congelar uno o más óvulos no fecundados para guardarlos y usarlos en el futuro. Incluso, según datos de REDLARA, entre 2015 y 2021 en Chile hubo un aumento del 168% en congelamientos de óvulos.
Para la Fundación Fënn optar por la opción de ovodonación en tratamientos FIV trae múltiples ventajas debido a su alta tasa de éxito, ya que entre un 40 a 60% de los casos logra el embarazo tanto con espermios de la pareja o de un donante. Por lo mismo, según explican, cada vez más mujeres optan por este procedimiento, a pesar de que continúa siendo poco conocido, costoso y de difícil acceso, más aún debido a que no está cubierto por ningún bono de salud.
Por lo tanto, “es un problema, porque ya es un proceso difícil el llegar a decidir conscientemente que quieres preservar (los óvulos) y después te cobran dos millones de pesos (que es lo que suele costar el tratamiento)”, cuenta Fiorella Squadritto, fundadora de la Fundación Fënn. Ella, junto a Luz María Lira, otra de las fundadoras, hacen énfasis en la poca información que maneja sobre todo la población femenina que están en sus 20 ‘s.
Al no ser conscientes a temprana edad de que la infertilidad puede ser parte de su realidad en un futuro, no toman las medidas necesarias para que la maternidad sea al menos una opción. “Hay mucha gente que prefiere no saber. Y tenemos ese problema con las jóvenes, con las mujeres en general”, expone Luz María.
La tecnología avanza cada vez más, y los óvulos pueden estar congelados por mucho tiempo y aun así serán viables cuando, por ejemplo, una mujer mayor de los 40 años quiera optar por la maternidad.
Para que esa sea una opción, las mujeres deben comenzar a congelar sus óvulos a los 30, porque conforme pasan los años la calidad de estos disminuye y los intentos de FIV terminan en abortos. Generando, no solo un gran gasto económico, sino también, emocional.
“Mucha gente necesita más de un ciclo (de Fertilización In Vitro) y termina endeudándose. En Chile, el segundo tratamiento de alta complejidad que más se hace es la ovodonación. Y es precisamente por esto, porque te quedaste sin huevos”, cuenta Fiorella.