Por Antonia Mendoza, Daniel Carranza e Iván Witold Kociankowski
Es cada vez más frecuente ver a una mujer surcando los cielos en su aeronave, entre las nubes. Tras la reanudación de los vuelos después de la pandemia de COVID-19, ha habido un notable aumento de mujeres chilenas que se aventuran en el campo de la aviación como pilotos, una tendencia que no se había observado en la década anterior.
En los últimos diez años, el número de mujeres que ingresan al campo de la aviación ha crecido de manera constante. Sin embargo, a partir de 2022, se ha observado un aumento significativo en las licencias otorgadas por la Dirección General de Aeronáutica Civil de Chile (DGAC) a mujeres que aspiran a ser pilotos. Ese año en particular, el incremento anual respecto al anterior, marcado por la reactivación global tras la pandemia, ha sido especialmente notable.
Después del punto de inflexión que marcaron las licencias activas registradas en 2021, en el siguiente año se alcanzó una marca sin precedentes en la era moderna de la aviación chilena. En 2022, se marcó un aumento del 17.37% respecto al crecimiento anual anterior, porcentaje que refleja a las 196 licencias relacionadas con mujeres piloto en las categorías de piloto privado, comercial y de transporte.
Para el 2023 , el incremento continuó siendo significativo, alcanzando un crecimiento del 23.98%. Esto no sólo marca un nuevo récord de mujeres piloto con licencias activas, sino que también expone el creciente interés que recibe esta carrera y los esfuerzos convergentes destinados a reducir la disparidad de género que persiste sobre el espacio aéreo chileno.
Desde el siglo pasado, los esfuerzos por respaldar el sueño de ser piloto y superar las barreras de género han estado en marcha. Valientes mujeres han comenzado a forjar la historia de la aviación femenina en Chile, demostrando su valía en las fuerzas armadas del país. Desde las primeras pilotos que desafiaron el mundo como extrañas y allanaron el camino hacia las líneas comerciales, la cronología de las mujeres piloto en Chile está repleta de hazañas de todo tipo y nombres que son verdaderamente especiales en la historia de la nación.
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Hoy en día recae en las manos de presentes mujeres piloto alzar todo tipo de aeronaves y continuar con esta línea histórica, y a seguir aspirando a grandes logros. Una de estas nuevas caras de la aviación chilena es Maricarmen Sánchez, mujer piloto privada de 22 años que tiene más de 120 horas de vuelo y que desde chica “tenía muchas ganas de ser piloto y quería saber cómo lograrlo”.
Aprovechando la oportunidad ofrecida por la pandemia, Mari se adentró en el mundo de la aviación al comenzar sus estudios para alcanzar esta ocupación, sin embargo, como sus predecesoras, también enfrentó el predominio masculino en este campo.
La equidad es un camino difícil cuando el desequilibrio está en la base, en este caso cuando las disparidades están arraigadas en la formación de pilotos que aspiran a liderar la próxima generación en su campo laboral.
“Claro que es una carrera que siempre se han visto hombres y generalmente hombres militares, como que todavía no está la imagen de una mujer ahí. Pero por lo menos he tenido la suerte que en los ambientes que he estado, sí, siempre han querido fomentar.”
-Maricarmen Sánchez
En líneas generales, a pesar de la sobresaliente presencia de mujeres piloto a lo largo de la historia, la exposición de este género en la aviación ha sido insuficiente, lo que dificulta que más jóvenes aspiren a una carrera en esta área. Ignacia Díaz Ruz, una piloto privada de 22 años actualmente becada por la Beca Javiera Elberlg, ejemplifica cómo pueden surgir interrogantes para quienes buscan establecerse y aventurarse en este escenario siendo mujeres.
“Yo pensaba que no existían las mujeres pilotos, de hecho cuando me dijeron, fue una de mis primeras preguntas, si puedo ser piloto si soy mujer, ¿hay pilotos mujeres? Siendo que hoy día debería ser súper, ni siquiera, debería ser súper obvio”.
-Ignacia Díaz
El desafiante camino que deben recorrer para convertirse en pilotos chilenas aún presenta obstáculos que tendrán que superar, obstáculos que en su momento debieron de superar las pilotos de antaño y que aún hoy en día persisten. Principalmente, cuenta Emilia Oyarzún, piloto comercial chilena de 22 años, que entre sus mayores desafíos estaba “el hecho de romper estereotipos, que la gente creyera en mí”.
“Pero claro, está ese prejuicio de que las mujeres no se van a poder esta carrera por el hecho de que hay que estudiar mucho, por el hecho de que volar un avión no es para ellas. Y bueno, yo creo que ese es el prejuicio principal”.
-Emilia Oyarzún
En este aspecto, Constanza Carolina Alí, una piloto con más de una década de experiencia en el campo, y reconocida como capitana e instructora de vuelo de Airbus 320/321 en Sky Airline, profundiza aún más.
“De repente uno seguía encontrándose con ciertos personajes que no estaban tan abiertos a que las mujeres fueran cada vez ingresando más a la aviación. Pero fueron casos puntuales y la verdad es que no, no fue nada que nos frenara, a mí por lo menos, en seguir avanzando con esto”.
-Constanza Carolina Alí
La realidad confirma que tanto mujeres como hombres pueden sobresalir en esta profesión; alcanzar los cielos no es una tarea imposible. Sin embargo, Pía Zuñiga, la primera piloto instructora mujer de la DGAC, señala que aún persiste la lucha contra la disparidad de género tanto en la comunidad de pilotos como en la sociedad en general.
Para conocer más sobre la cantidad de licencias vigentes por género, compartimos la siguiente infografía.
Este problema no se circunscribe a Chile; su influencia se ha extendido más allá de las fronteras durante un largo periodo, y gradualmente está cobrando relevancia en la agenda global de la aviación. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), conocida como International Air Transport Association en inglés, ha adoptado medidas concretas para abordar la disparidad de género en la industria. Según revela su informe «Annual Review 2023«, apenas el 5% de los pilotos son mujeres a nivel internacional. Por consiguiente, las aerolíneas afiliadas a la IATA han fijado metas específicas para incrementar la participación femenina en esta profesión.
En 2023, la proporción de mujeres piloto con licencias de tipo privado, comercial y de transporte en Chile es aproximadamente del 5.53%, lo que implica que por cada mujer en esta profesión hay alrededor de 18 hombres con licencia. Ahora bien, este se eleva cuando lo limitamos a las y los pilotos que conforman las plantillas de algunas aerolíneas comerciales más prominentes en el mercado nacional.
De acuerdo con los datos proporcionados por las aerolíneas, que también están comprometidas con los objetivos 25by25 de la IATA, en Jet SMART el 8% de los pilotos son mujeres, mientras que en Sky Airlines este porcentaje asciende al 9.97%.
Como parte de las estrategias implementadas por estas empresas, Jet SMART organiza charlas en colegios, dirigidas por sus destacadas mujeres capitanas y primeras oficiales. Por otro lado, Sky Airlines ha lanzado el Programa «Mujer: Atrévete a Volar», el cual busca acercar la carrera de piloto a mujeres mediante una convocatoria en LinkedIn para visitar la base de mantenimiento y conocer los procesos de vuelo. En tanto, LATAM tiene un plan que incluye visitas a escuelas de aviación, universidades y escuelas secundarias, todo con tal alcanzar un 10% de mujeres en roles de pilotos y mecánicos para el año 2030.
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En las siguientes gráficas, se muestra el alumnado de los clubes aéreos de Viña del Mar y Santiago, en cuanto al total de ingresos de mujeres y hombres, así como las deserciones y egresos entre 2019 y 2023.
Los esfuerzos han sido variados en cuanto a la inclusión de la mujer en la aviación chilena, aunque la distancia es aún notable entre las y los pilotos. Los compromisos han dejado sobre la mesa un reconocimiento de la dicotomía presente de hombres y mujeres. El incremento está presente, pero siendo eclipsado aún por el largo camino por recorrer para conseguir la igualdad de oportunidades en este rubro.