El español aprovechó el abandono de Max Verstappen y se proclamó campeón en el circuito australiano. Su regreso a las pistas tras semanas de haber sido operado de urgencia marcó la carrera.
Por Fernando Ríos Ramírez
Hace un par de semanas, el piloto de Ferrari Carlos Sainz fue intervenido quirúrgicamente por una apendicitis, impidiéndole participar en el Gran Premio de Arabia Saudita. Pero esa frustración se convirtió en alegría tras consagrarse campeón en Australia, resultado que dejó atónito al mundo del automovilismo.
189 días debió esperar Ferrari para gritar campeón. Su última victoria había sido en Singapur el año pasado, cuando el mismo Sainz terminó en primer lugar. Fue una carrera redonda para la Scuderia, puesto que Charles Leclerc, colega del madrileño, obtuvo la medalla de plata. El podio lo completó Lando Norris, corredor de McLaren.
Fue una carrera particular, llena de sorpresas. Entre ellas resaltan -además de la hazaña de Sainz- la salida de Hamilton por falla mecánica en la vuelta 17, la colisión de George Russell en el epílogo y la penalización de 20 segundos a Fernando Alonso por parte de los comisarios deportivos, quienes lo consideraron culpable del accidente del británico.
No obstante, fue el monoplaza de Verstappen el que se robó las miradas. La pérdida de piezas, seguida de una explosión y un incendio en la rueda trasera derecha produjeron el temprano abandono del neerlandés. La génesis del problema fueron los frenos, cosa que le complicó mantener su lugar en la cima desde la largada inicial.
Las complicaciones privaron al actual campeón del mundo lograr su décima corona al hilo, pese a haber obtenido la pole position el día anterior. Verstappen no se había retirado de una carrera desde el 10 de abril de 2022, precisamente compitiendo en el GP de Australia. Su abandono fue celebrado por la mayoría de la fanaticada, pues algunos tachaban de aburrida la competencia debido a la hegemonía de Red Bull.
La gesta de Sainz le valió su tercera victoria en su carrera. Un logro más que merecido del hombre que en Arabia fue suplantado por el joven Oliver Bearman, de tan solo 18 años. “Ha sido una buena carrera, me sentí muy bien; algo rígido, porque en lo físico no fue lo más fácil; pero me sentí bien y pude gestionar bien los neumáticos (…) El trabajo duro da frutos; la vida puede ser una montaña rusa, pero es maravillosa”, declaró.
Así, Ferrari suma su primera conquista de la temporada. Por ahora, Red Bull sigue a la cabeza con 87 puntos repartidos entre Verstappen (dos triunfos) y Sergio Pérez, seguidos por Leclerc y Russell con 28 y 18 unidades respectivamente. El próximo destino de los corredores: el circuito de Suzuka en Japón, donde verán la luz verde el domingo 7 de abril a las 1 am (hora chilena).