Por Valentina Molina
Por segunda vez se vio postergada la realización del Censo de población y vivienda, el cual se iba a realizar en el 2023 por razones derivadas a la pandemia. Sin embargo, desde el oficialismo y el INE señalaron que la postergación para el 2024 se debe nuevamente, al mismo problema.
El Covid-19 logró que se pospusieran varios procesos a nivel país. En un inicio fue el plebiscito para ver si se redactaba o no una nueva Constitución, las clases y los trabajos, pero una nueva víctima de esto es el Censo que, en un inicio, estaba previsto para el año 2022.
Desde el ministerio de Economía señalaron que la suspensión “obedece a razones técnicas derivadas en gran parte por la situación sanitaria del país en relación con la pandemia del Covid, que no ha permitido realizar un plan de pruebas exhaustivo para garantizar un buen proceso de implementación del levantamiento del Censo”.
La medida, fue respaldada en su totalidad por los integrantes del Comité Asesor para el Censo, los cuales tuvieron una reunión para discutir el tema el pasado lunes 23 de mayo.
A pesar de esto, hay aspectos de los últimos dos censos realizados, tanto en el 2012 como en el 2017, que son necesarios de actualizar para poder tener una mejor visión de cómo se encuentra hoy en día el país. De estos, destacan la ola inmigratoria y también los campamentos.
Chile post 2017
La migración hacia Chile ha tenido una variación a través de los años. En el siglo XX los migrantes provenían mayoritariamente de Europa, escenario que comenzó a cambiar con el pasar de los años y que, para el presente, en su mayoría ha traído a latinoamericanos a vivir al país.
El Censo realizado en el año 2017 muestra un considerable aumento en la cantidad de personas extranjeras viviendo en Chile. En esto, destaca la población haitiana, la cual a esa fecha alcanzó 64.567 habitantes, en comparación al año 2012, en donde según la encuesta, solo llegaban a los 1.675.
Antes del 2020 la ola inmigratoria era un proceso que no parecía pausarse. Personas de origen venezolano también comenzaron a aumentar en su llegada al país, en donde además, surgió un nuevo *problema* las *llegadas* por pasos fronterizos no habilitados, sobretodo en el norte del país.
A partir de esto, surgen nuevas interrogantes sobre las medidas que se deberían tomar para este futuro Censo, en donde expertos relatan datos que deberían ser considerados para alcanzar la mayor precisión de lo que sucede a nivel país.
Ricardo González, ex coordinador del área de Opinión Pública del Centro de Estudios Públicos (CEP) y actual director del Laboratorio de Encuestas y Análisis Social (LEAS) de la Universidad Adolfo Ibáñez, relata que, a su criterio, el principal desafío es lograr integrar en el futuro Censo a las poblaciones migrantes y los campamentos que han surgido en los últimos años.
“Uno de los problemas que puede tener el INE en esta pasada, es precisamente con el conteo de los migrantes. Esto, ya que la nueva población inmigrante ha tendido a entrar al país de manera irregular” –menciona González, a partir de la pandemia- “por esa razón, es más probable que estén viviendo en condiciones de vulnerabilidad, en lugares que no están habilitados para viviendas de habitación”. (7:31)
Ante este fenómeno, el experto señala que para obtener una buena medición de lo que ocurre en Chile hoy en día, desde el INE, en la preparación del Censo, tendrán que realizar un esfuerzo mayor para poder encuestar dichas zonas a las que es más difícil llegar, como lo son los campamentos que han ido en aumento también, desde la crisis del Covid-19.
Desde el INE, comentan que la información recabada con el Censo del año 2017, se puede “cubrir adecuadamente los requerimientos de información actuales para la toma de decisiones oportunas y pertinentes en el ámbito de políticas públicas hasta el año 2025”.