Ubicado en el extremo surponiente de la comuna de Puente Alto, Bajos de Mena es una de las zonas que más problemas de pobreza y hacinamiento poblacional tiene en la capital, y ahora entró en cuarentena por el aumento de contagios por coronavirus.
Por Valentina Durán
Cuando Nicolás y sus amigos eran pequeños, les gustaba encumbrar volantín con hilo curado. Se decía que el mejor y el más barato estaba en Bajos de Mena. Tomaban una micro desde el Hospital Sótero del Río e iban a comprarlo.
“Tomábamos la micro y era brígido ver cómo cambiaban las calles. Veíai gente terrible bien vestía, zapatillas caras. Veía gente tomándose chelas en las esquinas, como películas de gueto en Nueva York. Las calles se iban poniendo feas, con hoyos, todo seco. Si hubiera una paleta de colores, Bajos de Mena sería gris y café”.
Así describe Nicolás (23) a uno de los sectores de la Región Metropolitana que más peligroso se ha vuelto en los últimos años. Ubicado en el extremo surponiente de la comuna de Puente Alto, Bajos de Mena es una de las zonas que más problemas de pobreza y hacinamiento poblacional tiene en la capital, y ahora el sector poniente entró en cuarentena por ser la tercera comuna de la Región Metropolitana con más contagios por coronavirus.
Frente a la medida tomada por el Gobierno, el alcalde de la comuna Germán Codina salió a la defensa de Puente Alto porque no quiere verla dividida en dos. “Nadie nos consultó si era una decisión correcta o no dividir la comuna a la mitad. Hemos planteado que la cuarentena sea a nivel metropolitano. Es la única manera de que las personas no crucen la vereda y contagien a las personas que están al otro lado”, aseguró el edil.
Vivir en este lugar está sujeto a muchos estigmas: delincuencia, narcotráfico, prostitución, entre otros. Personas del sector aseguran que, para buscar trabajo, deben omitir dónde viven o simplemente mienten sobre ello. Si no, el currículum probablemente puede terminar en la basura.
Desde el jueves, Bajos de Mena en cuarentena podría convertirse realmente en el gueto de Chile.
El desastre de las casas Copeva
Si bien este sector tiene sus orígenes en la década del 60, no fue hasta 1990 que tuvo su peak en la construcción de viviendas sociales y la aparición del hacinamiento, que emergieron bajo el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle en 1997.
Tres años antes, el presidente Frei hacía entrega de las míticas Casas Copeva, una solución habitacional, construidas de acuerdo al programa de Viviendas Básicas. Al lado, quedaron situados edificios tipo bloque de tres pisos, con 24 departamentos de 40 metros cuadrados en cada uno, que fueron levantadas entre 1994 y 1995.
En esos espacios se instalaron cientos de familias que poblaron Puente Alto y Bajos de Mena. Ahí, en esos bloques, se cumplieron los sueños de la casa propia. Pero no duró mucho.
Una intensa lluvia en junio de 1997, derrumbó todos los sueños y proyecciones de hacer familia en ese lugar. El temporal no perdonó las casas Copeva y el agua rápidamente comenzó a entrar y a caer por las paredes.
La solución propuesta para enfrentar el problema fue cubrir con plástico los bloques y casas para evitar que la lluvia los anegara. En estas condiciones paupérrimas, se gestó lo que hoy se conoce como Bajos de Mena.
Vivir entre rejas
Con una población de casi 140 mil habitantes, este sector de Puente Alto está construido casi exclusivamente por viviendas sociales. No hay bancos ni farmacias. El hospital más cercano es el Sótero del Río, que está entre 30 y 45 minutos en micro, y es el centro asistencial público que atiende a la mayor cantidad de pacientes en todo Chile.
“Es un lugar muy pobre, son puras casas chicas y viven muchas personas en una sola casa. La gente joven no hace caso a la cuarentena, están todavía en las calles. Ahora no sé como será con el nuevo dictamen que sacaron, pero siempre hay carabineros porque ahí se muevecualquier droga. Ahora yo creo que van a haber más”, dice Nicolás, que vive en Puente Alto, y trabaja en Bajos de Mena.
Los bloques son en su mayoría grises y otros amarillo desteñido y sus pequeñas ventanas están protegidas por rejas para evitar posibles robos. Ropa interior y de calle cuelga sostenida de cuerdas en los pequeños espacios comunes que hay entre bloques. La entrada es de tierra y no hay áreas verdes cercanas.
Las calles son tan pequeñas, que muchas veces se confunde si estás en el patio de la casa de alguien o en la vereda.
Uno de los mayores problemas que presenta este sector es el hacinamiento, que se explica en un crecimiento demográfico explosivo con viviendas sociales de mala calidad y en una pésima ubicación, pues cuenta, luego de 2010, con una sola salida. Así, este sector y muchos otros de la capital, se vuelven zonas segregadas, y Bajos de Mena en particular, muy densificada.
El sociólogo Mauricio Rodríguez quien participó del programa de Intervención en los Barrios de Alta Complejidad de la Intendencia de Santiago, y que trabajó específicamente en este sector de Puente Alto, atribuye estas condiciones de vida al abandono del Estado en los sectores vulnerables que han sido desplazados, segregados e invisibilizados.
Hacer cuarentena
El bajo flujo de personas, explicado en las pocas posibilidades de salir de casa a una temprana edad e irse a vivir a otro sector, hace que en un solo departamento de 40 metros cuadrados puedan llegar a vivir familias integradas desde los abuelos a los nietos, lo que suma, a veces, más de seis personas habitando en una misma vivienda.
Puente Alto se ha convertido en la tercera comuna con más casos de coronavirus en la Región Metropolitana, pues tiene 119 contagiados. Es por esto que el ministro de Salud, Jaime Mañalich, anunció que el sector poniente estará en cuarentena durante una semana. Esto incluye a Bajos de Mena.
El hacinamiento y el calor por falta de áreas verdes, hace que incluso en tiempos en los que autoridades llaman a quedarse en sus casas, las personas tengan que salir y pasar el día sentados en las veredas o los niños jugando “pichangas” en las canchas que se han implementado para alejarlos de la droga. Las calles se transforman en el living de sus casas.
“Si alguien llegase a presentar alguna deficiencia respiratoria o tiene sospechas de que tiene coronavirus, lo más cercano que hay es el Sótero y está colapsado siempre. No hay nada más. Es como un lugar que no tiene nada cerca, más que gente viviendo. Es un caldo de cultivo.”, relata Nicolás.
Hace menos de una semana, vecinos de Villa Volcán de Bajos de Mena denunciaron que un pastor evangélico contagiado con coronavirus hizo una ceremonia en la que tuvo contacto con alrededor de 30 personas. Además, da techo a personas en situación de calle, quienes hacen cuarentena al interior de la iglesia. Actualmente se encuentra internado en el Hospital Sótero del Río.
Desde la Corporación Municipal de Puente Alto anunciaron que se realizará una intervención con test y acompañamiento médico para evaluar la situación y evitar un posible brote por Covid-19 en el sector.
El sector poniente de la comuna comenzará la cuarentena a partir del jueves 9 de abril, a las 22.00 hrs. La medida divide en dos a Puente Alto por una semana y pretende controlar los contagios. De esta manera, los habitantes de Bajos de Mena tendrán que mantenerse dentro de sus bloques y casas hasta que termine la cuarentena.