Más de 200 buscan firmas para inscribir candidatura presidencial: “Si llegara a pasar, podría hacer algo por este país”

En noviembre de este año Chile escogerá a un nuevo presidente y mientras los partidos deciden quién llevará su bandera hay otra competencia, donde cada uno depende de sí mismo y, prácticamente cualquiera puede participar: los candidatos independientes.  

Hasta el viernes 28 de marzo, 204 habían inscrito su nombre en el sistema de patrocinios del Servicio Electoral de Chile (Servel). No está de más marcar el dato porque, así como están las cosas, esa lista suma decenas de nombres nuevos cada día.  En rigor, no son candidatos, para lograrlo cada uno debe conseguir al menos 35.361 firmas virtuales. Desde el Servel nos confirman que en 2021 fueron 31 personas las que usaron el Sistema de Patrocinios, de los cuales apenas 2 consiguieron las firmas necesarias: Marco Henriquez Ominami y Eduardo Artés.

Inscribirse no es difícil, los únicos requisitos son ser chileno, tener más de 35 años, no estar afiliado a un partido político y tener derecho a sufragio, el cual se pierde por antecedentes penales o pérdida de la nacionalidad.

Hay nombres conocidos del mundo de la política como Karim Bianchi, senador de la Región de Magallanes y que busca ser una carta al ejecutivo. “Siento que hoy día no están las respuestas a lo que está pasando en las fuerzas políticas tradicionales. Tiene que nacer una cosa más de la ciudadanía que de los propios partidos políticos que están tan deslegitimados”, dijo en conversación con The Clinic.

También están los que quieren revancha, el ya mencionado Artés quien va por tercera vez al cargo y Tomás Jocelyn-Holt, recordado por su aparatosa caída en bicicleta, en 2013, previo a un debate presidencial. Fue la imagen de una campaña que no logró levantarse: obtuvo 12.830 votos el día de la elección, lo más bajo hasta la fecha para un candidato presidencial desde la vuelta a la democracia. Es incluso menos de lo necesario para inscribir una candidatura.

En 2021, El Mercurio hizo conocida la historia de Lastenia Ahumada, una porteña de 74 años que decidió postularse como presidenta, aun sabiendo que era poco probable que consiguiera todas las firmas necesarias. “A mi edad sé que ninguno va a solucionar los problemas”, dijo en esa entrevista. Aseguró entonces que no le interesaba hacerse pública, ni ganar dinero, “nada, es simplemente que a mi edad estoy cansada de votar por personas que, en lugar de soluciones, complican aún más las cosas”. Hoy, su nombre vuelve a aparecer en la lista.

El empresario que amenazó a Matthei

El registro es largo, y aparecen nombres que, si resuenan un poco más como el de Pedro Pool Vargas, empresario de Osorno, asociado a la ultraderecha. Su fama viene de 2023, cuando comenzaron a circular polémicos videos de su canal de YouTube donde criticaba de manera bastante agresiva a los políticos chilenos.

El que más repercusión tuvo fue dirigido a Evelyn Matthei y Sebastián Piñera, en el contexto del debate constitucional, amenazándolos de muerte.  “El día en que yo sea presidente de la República no te la vas a llevar pelá (sic), traidores con Chile, los vamos a fusilar, que es lo que se merecen”. Al parecer, ese sueño de llegar al cargo sigue activo.

El tarot electoral

Al final de la lista, por mero orden alfabético, está Zita Pessagno, tarotista peruana con pasos por la televisión chilena. Primero, apareció en “En su Propia Trampa”, siendo confrontada por mentir deliberadamente sobre sus visiones. Luego, tuvo un paso por SQP donde incluso llegó a ser dupla humorística con Felipe Avello. Más curioso aun, no es la única tarotista con paso por la televisión en las inscripciones.

Ada Castro se autodenomina psíquica, y cómo no, si en 2012 ganó la segunda temporada del programa “Psíquicos” de Chilevisión. La también tarotista, numeróloga y clarividente afirma “tener las competencias, capacidades y experiencia para ser una excelente presidenta”. Con sus habilidades psíquicas tuvo acercamiento a la política mediante predicciones.

Menciona que una vez fue consultada por cómo le iría a Michelle Bachelet en su segundo período, afirmando que presentarse a la elección resultaría en una “muerte política”. Además, en noviembre de 2019 indicó al programa Intrusos que el próximo presidente sería el candidato con una letra R y en su nombre y apellido, y que sería el más joven en la historia de Chile. Ahora, Sus energías están puestas en ser candidata a la presidencia.

Hay otro perfil de precandidato, no tan exotérico ni de dichos extravagantes, como podría ser el caso de Alejandro Lluch, de 52 años, de la comuna de Puente Alto y que se desempeña como ejecutivo de ventas automotriz. Su postulación la define como algo “testimonial, para mostrarle a mis hijos que cualquier persona puede ser presidente”.

“Mis pretensiones no serían en ningún caso llegar a la presidencia”, asegura Alejandro, sin descartar la posibilidad de alcanzar las más de 35 mil firmas necesarias. No muy convencido, está en busca de apoyos y realizará de todas formas campaña puerta a puerta y conversatorios.  “Si llegara a pasar, podría hacer algo por este país”.

Candidato por sarcasmo

Algunos otros desisten completamente de la idea de siquiera intentar conseguir algunos patrocinios. Nibaldo Venegas es de Chillán y a sus 40 años decidió inscribirse en el sistema a modo de experimento social. Tiene un programa en YouTube llamado “Nibaldo a la Carta” donde, según cuenta, realiza “críticas políticas con sarcasmo y humor negro”.

“El actual presidente dejó la vara tan baja que hoy cualquiera cree que puede dirigir este país, dice a modo de crítica al gran número de inscritos en el sistema. Para su caso, manifiesta que cree en la democracia, pero que también cree en que “ser candidato a cualquier cargo público tiene un mayor grado de complejidad”, en relación con lo fácil que es postular en el sistema.

Esta rebeldía no significa que sea la tónica, ya que al igual que Ada Castro, Pedro Pool o incluso el mismo Jocelyn-Holt, hay personas que están convencidas en que la posibilidad es real.

El cisne negro

Carlos Escaffi es uno de ellos, y se denomina a sí mismo el “cisne negro” y que su camino a La Moneda es inminente. El apodo se lo atribuye indirectamente a un medio nacional, sin embargo, viene de una columna de opinión escrita por él mismo y publicada en Biobiochile.cl.

Tiene 47 años y nació en Valparaíso, no obstante, su domicilio está en Perú, donde dirige una agencia de internacionalización fundada por él y se desempeña como profesor en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Dado esto, promete un “retorno a la patria, por amor y civismo”.

Asegura estar trabajando puerta a puerta desde septiembre en busca de los patrocinios, y en su página web (www.escaffi2026.cl) ya se pueden encontrar propuestas, en detalle y con muchas estadísticas, en seguridad, migración, economía, pensiones, salud, entre otras. Escaffi busca ser “el outsider presidencial que cambiará la historia de Chile”, según asegura.

Ahora queda esperar a junio para saber si Escaffi y/o alguno de los, hasta ahora, 204 inscritos conseguirá los patrocinios necesarios para ser oficialmente candidato a la Presidencia de la República.