Por Sadha Rumie y Bastián Donoso
Estados Unidos no sólo vota su próximo presidente este martes 5 de noviembre, sino que también está en juego un tercio del Senado y la totalidad de la Cámara de Representantes (Diputados).
EE.UU. utiliza un sistema bicameral, al igual que Chile. Se compone por un Senado de 100 integrantes, dos por cada uno de los 50 estados, sin importar su población. En el caso de la Cámara de Representantes, está integrada por 435 congresistas, que se eligen por distritos electorales. Cada estado tiene una determinada cantidad de distritos asignados según su población; de modo que los estados con más población, como California y Texas, tienen más distritos que otros como Wyoming o Vermont.
Los integrantes de la Cámara de Representantes se renuevan cada dos años y actualmente está liderada por los republicanos, quienes tienen 220 congresistas, mientras que los demócratas cuentan con 212 y hay tres vacantes. El liderazgo de la Cámara está en manos del Republicano Mike Johnson, quien, como presidente de la Cámara (Speaker of the House) influye en la asignación de comisiones y calendario de votación.
¿Cuál es su importancia?
A pesar de que a los ojos internacionales la elección de la Cámara de Representantes no es el centro de atención, Paz González, periodista internacional de Mega y chilena radicada en Atlanta, indica que “los medios obviamente cubren mucho más la elección presidencial, pero los estadounidenses saben el peso real que tiene. Al ser EE.UU. un estado federado, son los congresistas los que finalmente representan la verdadera voz de cada estado, porque son ellos los que presentan los proyectos de ley y son elegidos de forma proporcional a la población”.
González destaca además la importancia de la Cámara para el presidente electo puesto que “quien cuenta con mayoría en la cámara, puede sacar adelante su agenda. De lo contrario, se le hace casi imposible avanzar más allá que con decretos ley”.
Respecto a esta elección, la periodista dice: “Las encuestas muestran que los republicanos podrían retener la Cámara y quizás ganar el Senado. Para Harris sería una pesadilla y se convertiría en la primera mandataria demócrata en un siglo en iniciar su periodo sin ninguna de esas mayorías. Para Trump, no habría freno”.
Para que los demócratas consigan el poder en la Cámara de Representantes necesitan cinco escaños más que los republicanos. Un estado clave es California, ya que cinco representantes republicanos están disputando mantener sus puestos; sin embargo tres de ellos van abajo por cinco puntos porcentuales según indican las encuestas.