Por Sebastián San Martín
Como suele ocurrir en las elecciones, al terminar los escrutinios, todos los sectores se sintieron ganadores. La oposición celebró la recuperación de buena parte de lo perdido en la elección anterior de 2021, mientras que el oficialismo valoró que, a pesar de experimentó un retroceso, su derrota no fue tan profunda como auguraban las encuestas y temían en sus filas.
Desde La Moneda, el presidente Gabriel Boric declaró pasada la medianoche del domingo que los resultados «tienen de dulce y agraz para todos los sectores. No hay ninguno que pueda atribuirse triunfos arrolladores». Acompañado por ministros clave, el mandatario destacó el proceso electoral como «impecable» y una muestra de que «las instituciones funcionan». Añadió que «tenemos el deber de convivir mejor entre nosotros» en este «país diverso».
Con los resultados de la medianoche del domingo, Chile Vamos y Republicanos, la oposición, gobernará en las comunas y regiones al 37,4% de la población, lo que representa un alza considerable comparado con el 21,6% que había alcanzado en 2021. La izquierda y centro izquierda, el oficialismo, en cambio, gobernará al 38,9% de la población, lo que implica un descenso respecto al 40,1% de los comicios anteriores.
Los candidatos independientes también experimentaron una pequeña caída, quedando en el 23,7%, en comparación con el 24,8% que alcanzaron en 2021.
Gobernaciones: segunda vuelta decisiva
El panorama en gobernaciones giró hacia la derecha y terminará de definirse en la segunda vuelta del 24 de noviembre. En las elecciones anteriores el oficialismo controlaba 15 de las 16 gobernaciones del país, cifra que ahora disminuirá.
En estos comicios se definieron en primera vuelta cinco regiones: los más cercanos a La Moneda ganaron en primera vuelta en Tarapacá, Ñuble, Los Ríos y Magallanes, mientras que la oposición aseguró Aysén.
Las otras 11 regiones resolverán su gobernador en segunda vuelta, entre ellas las tres con mayor población del país (Metropolitana, Valparaíso y Biobío), donde disputarán el cargo candidatos con apoyo oficialista contra la derecha. Algo similar ocurrirá en las regiones de Arica y Parinacota, Atacama, Coquimbo, O’Higgins, Maule y Araucanía. En una región solo competirán candidatos de centro e izquierda (Antofagasta), mientras que en otra la definición será únicamente entre aspirantes de derecha (Los Lagos).
Analistas anticipan que estas contiendas se «presidencializarán», lo que impulsará una confrontación de agendas entre la oposición y el oficialismo en la mayoría de las regiones que siguen en disputa. En parte, los resultados dependerán de las alianzas que puedan establecer quienes pasaron a segunda vuelta con los derrotados.
Las campañas que vendrán serán un aperitivo de las primarias y elecciones presidenciales y parlamentarias de 2025.
Batalla de las alcaldías
En las alcaldías, la oposición aseguró un total de 131 municipios. Dentro de la lista de Chile Vamos, 56 fueron ganados por independientes, 38 por Renovación Nacional, 22 por la UDI y 6 por Evópoli. En tanto, los republicanos obtuvieron 8, y el partido Social Cristiano 1.
Algo menos de un tercio de los alcaldes electos, un total de 103, se presentaron como independientes.
El oficialismo, reunido el pacto Contigo Chile Mejor, obtuvo 111 alcaldías. De ellas, 44 son de independientes dentro de sus listas, 23 de la DC, 22 del PS, 8 del PPD, 5 del FA, 5 del PR, 2 del PC, 1 de AH y 1 del FRVS.
El triunfo principal de la oposición fue el de Mario Desbordes (RN), que recuperó para la derecha el municipio de Santiago y desbancó a Irací Hassler (PC). Al igual que Desbordes, Jaime Bellolio (UDI) se impuso en Providencia con una votación sobre el 50%.
Dentro del oficialismo, el Frente Amplio retuvo comunas estratégicas como Viña del Mar y Maipú y conquistó Valparaíso, aunque perdió Ñuñoa, donde el opositor Sebastián Sichel se impuso sobre Macarena Ripamonti. Una de sus cartas ganadoras, Tomás Vodanovic, de Maipú, fue el alcalde más votado del país, y aunque el ha dicho que no desea postular a la presidencia, quedó situado como un posible aspirante.
Dos fueron las principales sorpresas. La primera fue en Las Condes, donde la independiente de derecha Catalina San Martín se impuso a Marcela Cubillos, quien pagó el costo por su remuneración de 17 millones de pesos mensuales por media jornada en la Universidad San Sebastián y sus declaraciones posteriores.
La segunda sorpresa fue el triunfo del independiente Matías Toledo, cercano a la izquierda, quien derrotó en Puente Alto a la favorita Karla Rubilar (RN) y terminó con 24 años de gobierno de derecha en esa comuna, la más poblada del país.
Efectos de los comicios
Los resultados de estas elecciones impactaron en los aprontes para la campaña presidencial del próximo año. La derecha tradicional (Chile Vamos) celebró su avance como un fortalecimiento de su precandidata Evelyn Matthei y que no ocurriera un avance de los republicanos, mientras que el oficialismo todavía no tiene sus cartas claras.
A juicio del analista político Danilo Herrera, para una futura carrera presidencial “por el Frente Amplio Tomás Vodanovic pareciera ser la carta aunque a él no le guste más importante del oficialismo por el momento”. Agrega que por la oposición Evelyn Matthei y Rodolfo Carter serían las opciones más fuertes más fuertes.
También Herrera afirma que el esperado cambio de gabinete ministerial tendría que ser lo antes posible: “Debe ser antes del 15 de noviembre, porque es el plazo límite para que alguna autoridades de gobierno sean candidatas al congreso (…) tiene que haber un cambio de gabinete al menos reducido a las personas que quieren ser candidatos a diputados o senadores”.