Por Borja Baeza A.
Nuevamente, algo que fue creado como una herramienta de utilidad para facilitar las tareas del ser humano, vuelve a ser desviado de sus funciones originales, creando falsedades y mentiras que terminaron perjudicando a un grupo de jóvenes.
Este viernes en la mañana se hizo público un caso que removió los salones de clases del Colegio Saint George el 1 de marzo de este año. Un grupo de alumnos, por medio del mal uso de la inteligencia artificial (IA), desvirtuó las imágenes de siete compañeras de clase, generando fotografías falsas con connotación sexual que circularon por todo el colegio.
La promoción de este tipo de fotos, lamentablemente, es una realidad y no resulta nada nuevo. Sin embargo, en esta ocasión se trata de menores de edad que manipulan la imagen de otros menores de edad. Todo a través de una herramienta que no fue pensada para ellos.
La inteligencia artificial (IA) fue creada como un instrumento para beneficiar y avanzar más rápido en las tareas. Así lo presenta Meta Platforms, más conocido como Meta, cuyo objetivo es desarrollar tecnologías que ayuden a las personas a conectarse, comunicarse y hacer crecer sus negocios. Mark Zuckerberg, el CEO de Meta, anunció a través de la red social Threads que “nuestra visión a largo plazo es desarrollar inteligencia general, abrirla de manera responsable y hacerla ampliamente disponible para que todos puedan beneficiarse”.
En estos días se está llevando a cabo el encuentro anual Viva Technology (o VivaTech) en París, una instancia dedicada a la innovación tecnológica y las startups que contó con una entrevista a Elon Musk, CEO de Tesla Motors. En ella hizo una advertencia a los adultos responsables de menores de edad, justamente sobre las redes sociales y el mal uso de estas, manifestando que “los padres limitarán la cantidad de redes sociales que los niños pueden ver, porque están siendo programadas por un maximizador de dopamina”.
Pareciera ser que ya no es suficiente con limitar el uso de las pantallas a los hijos. Ahora hay que tener cuidado con que no se estén metiendo aplicaciones como “Clothoff”, “DeepNude” y “UndressAI”, que fueron ocupadas para crear imágenes denigrantes de las menores de 18 años.
No es la primera vez que el deepfake afecta la vida de los jóvenes y, probablemente, con las nuevas tecnologías, no será la última.