En Chile el medioambiente juega en desventaja frente a las inmobiliarias. La falta de regulación, vacíos legales y una falla sistemática de edificaciones autorizadas sin evaluación ambiental tienen hoy a una zona protegida acechada por construcciones. El campo dunar de Viña del Mar y Concón, declarado Santuario de la Naturaleza en 1993, sufre las consecuencias de una institucionalidad ambiental que no ha cumplido su labor. Te invitamos a ver esta investigación periodística sobre el tema.
Por: Camilo Melo, Francisca Valenzuela y Mario Gómez
El primer viaje
La problemática
Pese a que existe una consulta de pertinencia en que las inmobiliarias pueden presentar la documentación al SEA. Esta es de carácter voluntario, por lo que diversos proyectos no lo presentan, incluso con el conocimiento de que podrían vulnerar algunos artículos de ley.
Uno de estos, y el más relevante es el artículo 11 inciso d de la ley 19.300, que fija que “Requerirán la elaboración de un Estudio de Impacto Ambiental, si generan o presentan a lo menos uno de los siguientes efectos, características o circunstancias: …d Localización en o próxima a poblaciones, recursos y áreas protegidas… susceptibles de ser afectados, así como el valor ambiental del territorio en que se pretende emplazar.
Alto Santorini
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Makroceano y Hoy Eluchans
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Simulamos el caso de querer comprar un departamento en ambos proyectos. Por un lado, en Makroceano, sorpresivamente sigue funcionando el área comercial, pese a estar con su edificación paralizada debido a estar a la espera de la calificación de evaluación ambiental. La ejecutiva comentó que se pueden reservar departamentos por dos millones de pesos.
Mientras, desde el área comercial de Hoy Eluchans aseguran que se puede comprar en verde y que no existen problemas ambientales que puedan detener la construcción de la obra.
PUNTA PIQUEROS
LíNEA DE TIEMPO PUNTA PIQUEROS
Si bien estos montes de arena costeros aún conservan espacio entre tantas edificaciones, la amenaza del cemento sigue presente mientras siga existiendo un patrón de irregularidad institucional y no se actualice el plano regulador en Viña del Mar. La organización Duna Viva, junto a personas naturales, se ha encargado de luchar por la conservación de este lugar y logró dejar en espera algunos proyectos que estaban en construcción.
Hoy, el objetivo de quienes velan por la protección de la zona dunar es que las 50 hectáreas sean Santuario de la Naturaleza y que se defina un ente regulador que fiscalice previamente los proyectos inmobiliarios que atentan contra el medioambiente.