En un apasionante duelo de principio a fin, Arabia Saudita venció a Argentina en el primer partido del grupo C. De esta manera, los árabes rompieron la racha de 36 partidos invictos de la albiceleste, que enreda sus expectativas de clasificación a octavos.
Por Fernando Ríos Ramírez
El mundo del fútbol está atónito. Era un resultado que nadie esperaba. Las predicciones fueron pulverizadas. Arabia Saudita dio el primer gran golpe del mundial, venciendo a nada más y nada menos que a la Argentina de Lionel Messi por dos goles a uno. La sorpresa que destruyó todas las expectativas iniciales que demostró que en esta copa puede pasar cualquier cosa.
Argentina se puso adelante tempranamente, con un tanto de penal de Messi al minuto 10. Sin embargo, el equipo de Scaloni fue perdiendo fuerza, demostrando un juego plano, muy alejado de lo que habían enseñado los tres años anteriores, obteniendo un histórico registro de 36 partidos invictos sin ir abajo en el marcador.
A eso hay que agregarle los goles anulados por offside en los minutos 22’, 27’ y 34’: dos de Lautaro Martínez y uno de Messi. El ataque argentino poco a poco fue decayendo hacia el final de la primera mitad, aunque todavía siendo muy superior a su rival.
Durante el segundo tiempo las cosas cambiaron radicalmente. Tres minutos después de su inicio, Saleh Al-Shehri empataría el partido, luego de un remate cruzado que batió al guardameta transandino Emiliano Martínez. El ‘Cuti’ Romero se barrió para impedir el disparo, mas no logró evitar el tanto saudí.
Cinco minutos más tarde, Salem Al-Dawsari quebraría los pronósticos con un tiro que se incrustó en el ángulo superior izquierdo del “Dibu”, quien a pesar de la estirada no pudo llegar a esa pelota. Fue un golazo que desató la algarabía de los árabes, mientras que la decepción recaía en los sudamericanos.
La tensión fue aumentando hacia los minutos finales. Argentina llegaba pero no convertía, en tanto Arabia aguantaba constantemente. La más clara llegó al 63’, luego de un centro raso de Otamendi desde la derecha que logró conectar Molina y rebotó en Tagliafico, para que el portero Al Owais tapara en la línea y mandando la pelota al tiro de esquina.
El planteamiento de los saudíes, comandados por el estratega francés Hervé Renard fue sumamente efectivo e inteligente. El posicionamiento fue la clave del triunfo, donde demostraron pararse de igual a igual contra uno de los favoritos para ganar el torneo. Defensivamente fueron un muro, lo que no impidió sufrir en los minutos finales ante el bombardeo de remates albicelestes. No malo, sino pésimo debut para Argentina en esta Copa Mundial. Complicada en el grupo, deberá enfrentar el próximo sábado a México, mientras que Arabia Saudita se medirá las caras ante Polonia, en un intento para asegurar su clasificación a la siguiente ronda.