Una responsabilidad estatal

Por: Catalina Riesle Ruiz-Tagle

La Fundación Neruda, encargada de mantener y resguardar el patrimonio que dejó el Premio Nobel de Literatura, recientemente y como medida desesperada, pidió auxilio económico dado al bajo porcentaje de visitantes que han tenido las residencias del poeta en estos dos últimos años, desde la pandemia por la COVID-19.

El turismo a estas viviendas abundaba antes de que la pandemia se asentara en el país, con un total de 315 mil visitantes anuales, según señaló Emol. Actualmente, con su reciente apertura al público el nivel de visitantes se redujo a un 15%, lo que llevó a la Fundación a tomar medidas drásticas como reducir los salarios al personal, teniendo como posibilidad el cierre de los tres centros turísticos patrimoniales: Isla Negra, La Chascona y La Sebastiana.

El presidente de la Fundación Pablo Neruda sostuvo que tocaron las puertas del gobierno de Sebastián Piñera para pedir ayuda, pero que nadie respondió, según reseña Emol.

Sería un retroceso enorme para la cultura y su difusión el cierre de estos centros patrimoniales. El Estado chileno debe hacerse cargo de este patrimonio, especialmente, si los ingresos -previos a la pandemia- obtenidos eran de aproximadamente 250 millones de pesos mensuales, según señala Fernando Sáez, el presidente de la fundación. El poeta Pablo Neruda es reconocido a nivel mundial y en 1971 ganó el Premio Nobel de Literatura.

Resulta evidente que durante estos dos años en que el coronavirus se ha hecho presente, las autoridades han tenido que destinar un porcentaje más elevado al sector de la salud y al apoyo social a las personas. El monto que requiere el financiamiento de las tres residencias, casi 300 millones de pesos mensuales, más que un gasto es una inversión en cultura.

Debemos cuidar y mantener el patrimonio nacional, tanto por la importancia que tiene para Chile y el mundo, como por lo que significa para el turismo.